En la presente opinión abordaremos la problemática que tiene el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, donde Alejandro Sinibaldi ha sido designado como futuro ministro. Sinibaldi es un destacado elemento del Partido Patriota por lo que políticamente tiene el oído del presidente y del partido; sin embargo, colocarlo al frente de ese ministerio puede ser un gran error.
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Distinto sería si se le estuviera colocando en un nuevo ministerio de Turismo, donde tiene la experiencia y como empresario de la comunicación podría realizar un excelente papel, pero el nombramiento es como responsable de la sumamente deteriorada infraestructura vial del país, de la cartera donde prácticamente ningún gobierno ha sido exitoso. La muestra de ese resultado es la enorme deuda flotante de más de ocho mil millones que se ha invertido en algo cuyas características no han sido adecuadas, la prueba son los derrumbes, las fallas en diferentes carreteras, la destrucción de puentes; en síntesis, el colapso de toda la infraestructura que se tiene que recuperar para poder darle una mejor posibilidad al transporte de personas, de mercaderías y de productos de exportación y consumo interno.
Una cosa es ser diputado, candidato a alcalde, financista y buen comunicador, otra es tener el conocimiento técnico que se requiere para ser un equipo que garantice la construcción de carreteras, de puentes y la implementación de infraestructura que México y Chile, para citar sólo dos ejemplos, han sido capaces de desarrollar con o sin peaje.
La designación en el Ministerio de Economía de Sergio De la Torre hace de inmediato pensar en la expresión “a quien dos amos sirve a uno sirve y a otro engañaâ€. ¿A quién servirá De la Torre con los antecedentes de ser exdirectivo de la Cámara de Industria, expresidente de CACIF y durante los últimos años representante de la Junta Monetaria de las cámaras y asociaciones empresariales? Las entrevistas que se han publicado de esta persona hacen evidente que su preocupación será la de servir a la cúpula económica, de resguardar que no se importe pollo o partes de pollo que puedan abaratar y aumentar la oferta de ese producto y proteína básica alimenticia. Cuando distribuya las cuotas de importación de maíz y demás granos lo hará velando porque los grupos de mayor poder económico sean quienes se beneficien, lo mismo hará con la harina y aunque nos hable de aranceles y de libre comercio, se cuidará de conservar los privilegios existentes. En la Junta Monetaria se cambiará de silla, pero no de criterios y mientras sea ministro hará lo posible porque continúe el statu quo en todo sentido, incluyendo los precios de la canasta básica. Es un número marcado, una lotería cantada y sin duda alguna él y el binomio presidencial lo saben.
Corresponde señalar que Erick Marroquín, futuro responsable de la cartera de Energía y Minas tiene en sus manos la enorme responsabilidad de corregir la injusticia y el abuso del pago de regalías al Estado por los bienes propiedad de todos los guatemaltecos en el oro, la plata, níquel y todos los otros minerales. Es una promesa del presidente electo Otto Pérez Molina subir al 30% el cobro de regalías e independientemente del error y la responsabilidad que tienen los gobiernos anteriores, es un crimen que la onza de oro esté hoy en US$1,800 y los guatemaltecos reciban US$10.00 como regalía. Tiene esta cartera también la responsabilidad de que se sustituya toda la generación o cogeneración a base de petróleo por generación hidráulica o similar.
Continuará.