La Comunidad Económica Europea, pero sobre todo los países de la denominada Zona Euro, se encuentran atravesando una crisis estructural, a la que muchos analistas denominan ‘de confianza’; la misma, con impredecibles resultados, amenaza con terminar con el sueño de una Europa unificada y con una misma moneda. En este contexto y dadas las condiciones naturales de Centroamérica y la enorme necesidad que tenemos de algún día volver a reagruparnos y convertirnos en un país de 70 u 80 millones de personas que pueda ser mercado y productor interesante para otros, se vuelve indispensable analizar y estudiar el porqué Europa llegó hasta donde hoy se encuentra y cómo no caer en esos mismos problemas.
La crisis del euro a simple vista la están sufriendo las economías que sin poder tener una moneda propia que se deprecie y permita tener exportaciones competitivas, se encuentran atadas, con economías maltrechas, a una moneda demasiado cara que a su vez encarece las exportaciones y mantiene a sus países en situaciones de riesgo permanente con altas tasas de desempleo y con una paralización económica que ya se ve como una depresión. Sin embargo, al entrar a analizar con más detalle el porqué de esta situación, nos encontramos con una Europa a dos velocidades, la primera impulsada sin duda por Alemania con el apoyo de Francia, marchando a un ritmo de crecimiento sostenido, y en el otro extremo los países que han sido rescatados como Irlanda, Grecia y Portugal o aquellos que se encuentran bajo constante amenaza de los mercados como España e Italia, cuyas economías no solo no crecen sino que además enfrentan enormes tasas de desempleo. Pero ¿que los llevó a este punto?, ¿la eliminación de industria y comercio de ciertas áreas y países en beneficio de otros?, ¿el incremento de la calidad de vida sin tener capacidad para pagar esos beneficios sociales?, ¿las desigualdades impositivas?, ¿el simple hecho de que el deseo superó a la cordura y nunca se pensó en qué hacer al momento que estallara una crisis como la actual? Hoy Europa ve a hacia la unificación impositiva como la salida adecuada a la crisis, en Italia de hecho ya se ha anunciado un paquete de shock que implica subidas de impuestos, recortes de gastos presupuestarios y salariales, extremos que sin duda se verán pronto también en España cuando Mariano Rajoy tome el poder y se vea obligado a tomar similares medidas. Sin duda Europa nunca pensó en estar enfrentando esta situación y las medidas que tomen ahora los gobiernos hallarán resistencia y enormes costos sociales. Sé perfectamente que Centroamérica está a muchos años luz de tomar el camino de una reunificación para convertirse en una zona económica sin fronteras y de libre tránsito comercial, sé también que es indispensable, si queremos ser alguien en este mundo globalizado, que demos esos pasos para buscar que nos vean como un solo bloque, el problema radica en tener conciencia y trabajar con sensatez para sortear los enormes retos que pueden separarnos de ese escenario.