Con el fin de impulsar una cultura democrática en Guatemala se creó, en abril de este año, el Instituto de Educación Cívica, el cual estos días se refuerza con el apoyo de expertos centroamericanos durante un congreso que busca compartir experiencias en el tema.
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Según estima José Salgado, director del Instituto de Participación, Educación y Capacitación Cívico-Política y Electoral de Honduras, deberán pasar entre 15 a 20 años para que la cultura democrática, tanto de su país, como de Guatemala, cambien positivamente.
Esto tomando en cuenta que se trata de culturas similares, en donde la población tiene poco conocimiento sobre los procesos que contribuyen a la Democracia y sobre la importancia de su participación y vinculación en el tema.
“Este es un proyecto de vidaâ€, señala Salgado, reiterando que los institutos electorales permitirán sobrellevar el reto de realizar ese cambio cultural, por lo que uno de los temas importantes, abordados en el congreso regional de Institutos de Educación Cívica, consistió en la búsqueda de pasar de la teoría a la práctica en la democracia.
DESENCANTO
Por su parte, Denis Gómez, magistrado del Tribunal Electoral de Honduras, dijo que en la región existe cierto desencanto debido a la falta de credibilidad de los ciudadanos hacia las agrupaciones políticas, mismas que se han sustentado con prácticas que se alejan de la democracia, por lo que hay que volver a “encantar†a la población y empoderarlos haciéndoles ver la importancia de su participación y fiscalización.
Sobre el tema agregó Rubén Hidalgo, de la Fundación Konrad Adenauer, que contribuye para la realización de dicho congreso, que la falta de participación de la ciudadanía también se debe al alejamiento de las autoridades, pues solo existe una “cercanía mediáticaâ€, por ello, estima, se deben cambiar estrategias de comunicación.
Rolando Molina, director ejecutivo del Instituto Electoral de Guatemala, destacó que las elecciones recién pasadas fueron las primeras que contaron con esta institución y que el trabajo realizado consistió en la capacitación de las juntas receptoras de votos, observadores electorales, voluntarios y fiscales.