La alcaldía del centro histórico de Praga organizaba hoy un referéndum local sobre la colocación en una plaza de un polémico monumento en honor al padre del psicoanálisis, el austriaco Sigmund Freud.
Unas 2.500 personas están llamadas a pronunciarse sobre este proyecto que suscita un intenso debate sobre su fondo y forma.
«A mí me gustaría ver en este lugar a un checo y no a un austriaco», defendió tras depositar su voto Eva Pavlikova, una jubilada que no considera relevante que Freud (1856-1939) pasara su primera infancia en la localidad checa de Moravia antes de trasladarse con su familia a Viena.
La obra de bronce, del escultor Mijal Gabriel, representa al célebre psicoanalista sentado en una mesa, y la misma escena se repite dos veces a escala reducida.
La estatua se situaría justo al lado de la turística plaza de la Vieja Ciudad, en una plaza sin nombre oficial pero conocida familiarmente como «Kozi Placek» (terreno de cabras).
«Primero, esta estatua es horrenda y segundo, Freud nunca oyó hablar de ’Kozi Placek’», sostiene por su parte una sexagenaria.
Otra mujer se muestra favorable. «Sería algo nuevo que podría agradar a la gente», estima.
Los resultados de la consulta, que sólo tiene un valor simbólico de cara a la decisión final, serán anunciados el viernes por la noche.