El exjefe de la ONU para el cambio climático Yvo de Boer dijo que renunció hace 18 meses al cargo porque estaba frustrado, convencido de que las negociaciones para lograr un acuerdo significativo sobre el problema se enfilaban al fracaso. Hoy mantiene la misma opinión.
«Tengo el mismo punto de vista sobre la situación en la que se encuentra el proceso y que propició que yo me retirara», dijo el domingo De Boer a The Associated Press. «Todavía estoy preocupado profundamente por el rumbo que lleva, o más bien por el rumbo que no se lleva: por la falta de avances».
Durante tres años hasta 2010, el funcionario civil holandés era la voz principal en la escena mundial sobre la lucha contra el calentamiento global.
Defendía siempre las políticas ecológicas en sus constantes presentaciones públicas, viajaba de manera intermitente para reunirse en privado con gobernantes importantes y trabajaba con los negociadores en la búsqueda de alternativas a fin de superar escollos en la elaboración de acuerdos.
Al final, Yvo de Boer consideró, como él mismo lo dijo: «Yo en verdad carecía de la capacidad para contribuir al proceso como debía».
De Boer puede ver en retrospectiva todos los años en los que fue negociador holandés en la década de 1990 y después funcionario de alto rango de Naciones Unidas, cargo desde el cual tuvo acceso a los niveles más altos en los gobiernos, el mundo de los negocios y la sociedad civil.
De Boer es hoy capaz de expresar sus críticas a diferencia de antes, cuando era renuente a hacerlo cuando encabezaba la diplomacia contra el cambio climático.
Los negociadores viven «en un universo separado» y las conversaciones actuales «semejan un tronco a la deriva», apuntó.