El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, pidió ayer a las Fuerzas Armadas que colaboren para frenar la criminalidad en Río de Janeiro, informó el portavoz presidencial Marcelo Baumbach.
«El presidente orientó a los comandantes de las Fuerzas Armadas en el sentido de colaborar con el gobierno de Río de Janeiro en lo que sea posible», informó el portavoz.
«Los comandantes, a su vez, expresaron plena disposición a contribuir, dentro de las respectivas atribuciones y en observancia de los parámetros constitucionales», añadió.
Lula analizó el jueves el tema con los comandantes de las tres fuerzas y los ministros de Defensa, Waldir Pires, Justicia, Tarso Genro, y jefe de Gabinete de Seguridad, general Jorge Armando Félix.
Baumbach dijo que la ayuda concreta de los militares será debatida el lunes en una reunión de los comandantes con el gobernador de Río, Sergio Cabral.
El vocero dijo que no ha sido definido si serán mandadas tropas al estado que ha registrado un fuerte aumento de la violencia en los últimos años y que en julio acogerá los Juegos Panamericanos.
Cabral pidió formalmente a Lula el miércoles el auxilio de las fuerzas armadas durante un año para garantizar la ley y el orden.
En Brasil la seguridad pública es principalmente responsabilidad de las Policías de cada estado.
«No voy a pasarme los cuatro años de mandato yendo a entierros», dijo Cabral quien al asumir en enero pidió y obtuvo el envío de fuerzas federales para vigilar las fronteras del estado por las que transitan armas, drogas y delincuentes.
Según estimaciones oficiales, un millar de personas, entre ellos 39 policías militares, murieron violentamente en lo que va del año en el estado de Rio de Janeiro y la tasa de homicidios se habría elevado en 10% respecto al año pasado.
La perspectiva de sacar a los militares de los cuarteles para combatir es vista con ciertas reservas tanto en el ámbito civil como en el militar.
El ministro de Justicia señaló la semana pasada que los soldados carecen de facultades policiales, un punto de vista que es compartido por los militares quienes exigen tener órdenes muy precisas para actuar.
El comandante en jefe del Ejército, general Enzo Martins Peri, dijo que los militares harán lo que les ordena en la Constitución y la ley y señaló que las condiciones de la misión deberán ser definidas por Lula.
«El presidente es quien determina las condiciones», dijo Martins el jueves al diario Folha de Sao Paulo en una entrevista en la que señaló que el gobierno de Rio de Janeiro debe mostrar que agotó los medios a su alcance.
«El primer paso es justamente que el gobierno estadual declare que fueron agotados los medios propios o que esos medios son indisponibles o insuficientes. Esa es una formalidad requerida», dijo Martins.