China criticó la decisión de Estados Unidos de investigar si las empresas chinas están afectando a la industria estadunidense de paneles solares, alegando que carecía de suficiente evidencia y destaca una fuerte tendencia al proteccionismo por parte de Washington.
La Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos votó el pasado viernes para investigar una queja presentada por siete empresas estadounidenses alegando que su competidores chinos venden su productos solares en el mercado mundial a precios deslealmente bajos.
La votación no acarrea la imposición de sanciones pero dice que existe una razón para creer que las importaciones chinas afecten o amenacen a la industria de paneles solares en Estados Unidos.
El Ministerio de Comercio de China dijo en una declaración publicada el sábado por la noche que la decisión fue tomada sin suficiente evidencia e ignorando los argumentos de las compañías chinas en comparación con las industrias de Estados Unidos.
Asimismo, el comunicado señaló que la decisión no concuerda con los hechos y resalta una fuerte tendencia estadounidense de proteccionismo comercial.
«China está profundamente preocupada por la decisión, que no concuerda con los hechos y pone de manifiesto la fuerte tendencia de Estados Unidos hacia el proteccionismo comercial», destacó en su sitio de internet.
China dice en la declaración que espera que Estados Unidos analice objetivamente por qué las empresas que fabrican paneles solares no pueden competir.
«Estados Unidos debería evitar el abuso de remedios mercantiles que afectan al comercio bilateral y al beneficio de la cooperación mutua entre las empresas de China y Estados Unidos en el nuevo sector energético», destacó.
Las empresas que presentaron la queja en octubre dijeron que los numerosos subsidios del gobierno chino permiten que los productores chinos saquen de la competencia a Estados Unidos y pidieron fuertes sanciones comerciales a las importaciones solares chinas. El caso ha dividido a la industria solar, con algunas empresas estadounidenses que elogian a los paneles solares chinos porque han bajado los precios, ayudan a los consumidores y promueven el rápido crecimiento de la industria.
La tecnología solar y otros tipos de energía renovable se han convertido en un factor irritante en el comercio entre Estados Unidos y China.