Tim Duncan volvió a trabajar el viernes en la que podría ser la última temporada de una carrera en que ganó dos veces el premio al Jugador Más Valioso, pero ésta no es la única duda que pesa sobre el plantel de los Spurs de San Antonio.
Luego que Duncan entrenó en un gimnasio semivacío, el entrenador Gregg Popovich se negó a dar pistas sobre quiénes volverán y quiénes se podrían sumar a su equipo una vez que el cierre patronal de la NBA termine en forma oficial y comience la pretemporada.
El base francés Tony Parker pasó por las instalaciones a hacerse exámenes físicos y se espera que el escolta argentino Emanuel Ginóbili vuelva a la ciudad la semana próxima.
Hay otros cuya presencia genera dudas, como el veterano pivote Antonio McDyess y el alero Richard Jefferson.
«Nos estamos reuniendo e intentando decidir a quién queremos contratar y qué jugadores libres perseguir y si queremos hacer canjes», dijo Popovich. «Ese es el énfasis entre ahora y el comienzo de la pretemporada para todos los equipos».
«Todos estamos llamando a los mismos representantes y jugadores libres», agregó. «Es un poco loco en ese aspecto».
Los Spurs no tienen gran flexibilidad de plantel ni respecto del tope salarial a la hora de incorporar jugadores libres. Aún tenían 12 jugadores con contrato tras su salida en la primera ronda de la postemporada pasada, un resultado decepcionante tras terminar la campaña regular con la mejor marca de la liga.
Luego, sumaron en el draft a su selección de primera ronda Kawhi Leonard y a Corey Joseph.
McDyess, de 37 años, parecía camino al retiro tras la campaña pasada, pero Popovich no quiso decir si ya había tomado esa decisión en forma oficial tras 15 años en la liga.
Jefferson no ha rendido desde que llegó a San Antonio y su salario de 9,2 millones de dólares por esta temporada podría llevar a los Spurs a usar la nueva regla de «amnistía», que permite dejar libre a un jugador para que su contrato no cuente en el límite salarial.
«No sé cuál va a ser nuestro aspecto ni quién va a estar aquí», dijo Popovich.
Duncan, de 35 años, inicia la última temporada de su contrato y cobrará 21 millones, lo que lo vuelve uno de los jugadores más caros de la NBA.