En unas horas, en un bar, Ulises y Carolina tendrán un reencuentro que les cambiará la vida. Pero antes reina el caos: una mujer con un megáfono insiste en que todos guarden silencio, dos hombres trasladan un armatoste de luces, alguien por allá se maquilla, otro más pide desaforadamente que le traigan unos zapatos.
Así es un día en el set de la película «Fachon Models», dirigida por Rafael Montero y cuyo estreno está previsto a mediados del 2012.
En un acto similar al del mago que revela sus trucos, los actores y otros involucrados responden a la pregunta, ¿cómo se filma una película?
«El cine requiere una concentración muy especial, es como un coitus interruptus, porque se necesita una emoción contenida, conservada y restituida en cada toma. La labor del actor es hacer un mapa de cada escena porque nunca se van a grabar en orden». El que habla es í‰dgar Vivar, el querido «Señor Barriga» de «El Chavo», quien realiza una participación especial como Claudio Mancera, el rey de los infomerciales.
La comedia narra la historia de Ulises, un actor de infomerciales obeso que sueña en secreto con triunfar en el teatro. Su vida toma un giro cuando se reencuentra con Carolina, su amor de la infancia y quien ahora es la bella y exitosa asesora de un político.
Para rodar la escena del bar, el equipo de producción prepara la iluminación mientras un grupo de extras ataviados en sus mejores galas sale de un baño. En medio de un griterío aparece un hombre evidentemente gay, al menos así es como el guión describe al personaje que interpreta Valentín Trujillo, quien además es el autor de la historia.
«Yo comencé a escribir este guión desde hace dos años y la verdad me moría por hacer el personaje del asistente de Carolina», relató. «Me divierto muchísimo, aunque es muy cansado porque solemos tener jornadas de 12 a 14 horas».
Alejandra Adame («Niñas bien»), quien da vida a Judith, la mejor amiga de Carolina, coincide con Valentín en el sentido de que el trabajo del actor de cine suele ser desgastante. Para ella lo más difícil es la espera entre escena y escena, pues siempre se tienen que volver a acomodar las luces.
El actor Héctor Jiménez, famoso «Esqueleto» de «Nacho Libre» y quien ahora hace del mejor amigo de Ulises, El Charal, describió al cine como el gran hacedor de mentiras.
«Por ejemplo, si nosotros vemos directamente a la cámara, los ojos en la pantalla se verían raros, blancos, por lo que nos ponen un tape, que puede ser una pelotita o cualquier marca, y nosotros en realidad le estamos actuando a ese tape».
El director del filme, Montero, coincide en que lo que se ve en el cine no es real y dice que el reto es que sea verosímil y despierte en el espectador la capacidad de creer en una historia de que antemano sabe que no existe.
Hasta ese momento Eugenio Bartilotti y Adriana Louvier no han tenido contacto. Ambos se preparan para dar vida a Ulises y Carolina y emprender esa aventura que les cambiará la vida.
«Mi personaje me gustó porque se sabe gordo y podría pasar 40 años más gordo, pero al momento de encontrarse con Carolina hace que se empiece a dar cuenta de las cosas de su vida que no le gustan», cuenta Bartilotti.
Por su parte, Louvier espera con ilusión el momento en que la película se proyecte en una sala de cine. Dice que pese a estar presente durante casi todo el proceso, cuando se ve en la pantalla grande siempre se sorprende y se convierte en una espectadora más.
El caos en el plató continúa pero quienes vean la película nunca lo percibirán. Para el que esté sentado en la sala de cine, Carolina y Ulises simplemente se reencontraron porque el destino así lo quiso.