Caricias


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No hay quien no haya necesitado de una caricia, de recibirla y de proporcionarla. Las caricias son un alimento para nuestro interior. No creo en las caricias negativas, solamente pienso y también siento que cuando nos encontramos acariciados o acariciando, estamos ante una manifestación de amor. Las caricias son un bien necesario para la humanidad. Mientras más seguros y fuertes nos encontramos con mayor capacidad de dar y recibir caricias nos encontramos.

Dra. Ana Cristina Morales

 


Una caricia auténtica es siempre incondicional. Nos nace de manera espontánea, nos conduce al placer y al bienestar, nos produce pequeñas o inmensas alegrí­as.  Nuestros sentidos se avivan, nuestra piel se estremece, nuestro corazón palpita. Con un abrazo, un contacto de manos, una palmadita en la espalda y por supuesto con un beso.

Pero hay diferentes maneras de acariciar, una linda y espontánea sonrisa, una mirada con dulzura, un gesto de amabilidad y de respeto.  También al decir cosas agradables al oí­do, ayudar a resolver situaciones siendo cortés y benévolo. Oí­r cuando alguien necesita hablar y ser escuchado.

A través de la escritura, tratando de emitir nuestros sentimientos y el deseo de que lo que escribimos pueda contribuir a un momento de compañí­a y se convierta en un espacio  de solaz para las personas que nos leen.

Las personas en algunos casos no han tenido experiencias que les ayuden a dar y recibir caricias.  Por lo cual se comportan de manera huidiza, les provoca miedo el poder establecer ví­nculos con otras personas.  Por lo cual se alejan y se aí­slan, se refugian en la soledad, pero tampoco la disfrutan.

Con este tipo de personas se necesita mucha comprensión y paciencia.  También el entendimiento de que ninguna persona es igual a otra.  Que pueda ser que nunca podamos recibir un halago o una caricia fí­sica de alguien en especí­fico. Pero su declaración de afecto hacia nosotros se encontrará ante el interés que nos presta y en su conducta solidaria.

Pero también, hay ilusiones de caricias, esperanzas de caricias y caricias perdidas.

Mario Benedetti nos dice: “Las caricias son un lenguaje, si tus caricias me hablan, no quisiera que se callen”. Y “Es claro que lo mejor, no es la caricia en sí­ misma, sino su continuación”.