Miedo a la Libertad


Alejandro_Quinteros

Mencionaba hace algunas semanas que he nombrado esta columna en honor a la Libertad que es el don más grande que ha recibido el hombre y que nos permite vivir la propia vida a partir de nuestras decisiones y tener la capacidad de responder por cada una de sus consecuencias.

Alejandro Quinteros

 


Cuando mencioné esto, no faltaron los que de forma despectiva opinaron en los comentarios con frases como “No pues, otro libertario…” o “no me interesa leer libertarios porque no aportan nada”. Esas reacciones de algunos lectores me llevaron a preguntarme por qué existen personas a las que no les gusta la Libertad, que no la defienden o incluso la atacan mediante falacias que buscan restar valor a la lógica y al sentido común que en todos habita, pero que en muchos duerme. ¿Por qué existen personas que están en contra de la Libertad?

A través de la observación he podido distinguir a dos tipos de personas, las que están en contra de la Libertad y las que creen estarlo. Empiezo describiendo al segundo grupo, a aquellos que creen estarlo. Estas personas simplemente están confundidos han dejado que la verborrea de algunos adormite su sentido común y no les deje ver la realidad. Se han dejado poner una venda que no les permite ver cómo la Libertad es esencial en la vida del hombre y le permite crecer y ser mejor cada dí­a. Estos que creen estar en contra de la Libertad son la mayorí­a de los que hablan mal de ella y lo bueno es que son personas que en cuanto abren sus mentes y permiten a su sentido común salir del letargo, asumen el reto de vivirla.

El otro grupo es el que realmente odia la Libertad, no quiere saber nada de ella y la ataca como puede. Este grupo está formado por personas que no la entienden y no quieren entenderla, se han auto convencido que es un mal y lo gritan a los cuatro vientos. Lo interesante es que al ponerles atención se puede ver que actúan así­ por miedo. Y no es que le teman porque no quieran hacer lo que les gusta, es más, procuran hacerlo. Le tienen miedo porque no quieren rendir cuentas de las consecuencias de sus actos, quieren hacer lo que se les da la gana pero que alguien más pague sus platos rotos, aunque no están dispuestos a que otro se lleve las palmas y premios cuando las consecuencias son buenas. Estas personas se conforman con vidas mediocres en las que no son capaces de tomar riesgos y por eso tergiversan el concepto de Libertad queriendo que quienes la defiendan se vean como libertinos.

Estas personas son el cáncer de la sociedad que con sus miedos frenan el desarrollo de los pueblos haciéndose las ví­ctimas y buscando victimarios, polarizando a la sociedad promoviendo el de unos contra otros. Estas personas son expertas en crear fórmulas para decirle a otros lo que deben hacer, decir o querer y no toleran a quienes piensan diferente.

Siempre hay que defender la Libertad y no sólo cuando nos conviene o lo que nos convenga de ella, y es aún más importante no ser parte de ese grupo de personas que la ataca y que en su mediocridad no quiere que otros sean libres. Aprovecho para dejarle nuevamente un par de preguntas para su reflexión ¿Tengo miedo de responder por las consecuencias de mis decisiones? ¿He sido parte de quienes atacan la libertad y a quienes la defienden?