El gobierno cubano autorizó a los bancos otorgar créditos a los trabajadores independientes y también abrió la posibilidad para que éstos se conviertan en contratistas estatales.
Ambas medidas y todo un conjunto de las regulaciones derivadas de ellas fueron publicadas hoy por La Gaceta Oficial de Cuba y generan la posibilidad de que los pequeños empresarios hagan crecer sus negocios más allá de los límites de la subsistencia.
Las resoluciones del Consejo de Estado –es decir, firmadas por el presidente Raúl Castro–, del Banco Central de Cuba y del Ministerio de Economía y Planificación entrarán en vigencia el 20 de diciembre y permitirán dar préstamos en pesos cubanos a personas naturales y obtener en garantía desde sueldos e ingresos hasta inmuebles.
Serán sujetos de créditos los trabajadores por cuenta propia, los agricultores pequeños –con tierras propias o usufructuarios–, aquellos que deseen comprar materiales de construcción y los interesados en adquirir bienes personales.
Hasta ahora la falta de una política crediticia era uno de los elementos más criticados por economistas y algunos pequeños empresarios que abrieron negocios al calor de una actualización del modelo emprendido por Castro para racionalizar el Estado, eliminar subsidios y elevar la productividad.