Las esperanzas de que los 17 países de la zona euro evitarán caer nuevamente en una recesión ante la ola de la crisis de deuda que muestra alarmantes señales de contagio a economías más grandes, se disiparon hoy.
Un par de indicadores muestran que la economía de la eurozona está en graves problemas y que la crisis de deuda está dañando tanto la confianza que una recesión parece casi inevitable.
Cifras de la semana pasada mostraron que la eurozona apenas evitó una contracción en el tercer trimestre, al crecer sólo 0,2% durante el período.
La sensación de una inminente recesión fue evidente con los hallazgos de un sondeo que es seguido de cerca y es elaborado por la empresa de información financiera Markit.
Su sondeo mensual mostró que la eurozona se contrajo por tercer mes consecutivo en noviembre y que el deteriorado panorama económico no sólo está confinado a los países estresados por sus deudas, como Grecia.
Aunque su índice mensual compuesto de compras de administradores —un indicador amplio de la actividad empresarial— creció a 47,2 en noviembre respecto de 46,5, la cifra permanece por debajo de la marca de 50, el límite entre el crecimiento o la caída.
Markit informó que el sondeo del miércoles sugiere que la economía de la eurozona estará retrocediendo a una tasa trimestral de 0,6% en el cuarto periodo y que los problemas se están extendiendo cada vez más a las dos economías más grandes de Europa: Alemania y Francia.