El costo del crédito para España superó hoy a los de Grecia y Portugal en un remate de letras a corto plazo, indicio de que los mercados siguen recelando del futuro financiero del país pese a la aplastante victoria del domingo del conservador Partido Popular.
El Ministerio de Hacienda vendió 2 mil 980 millones de euros (4 mil millones de dólares) en letras a 3 y 6 meses, el objetivo de la Tesorería. Empero, el interés medio de las letras a 3 meses se disparó al 5,1% frente al 2,3% en octubre, y al 5,2% frente al 3,3% en las letras a 6 meses.
Sin embargo, la demanda fue robusta, superando casi tres veces más a la oferta en las letras a 3 meses y casi en 5 en las de 6 meses.
La semana pasada, España tuvo que ofrecer un interés medio de casi el 7% en los bonos soberanos a 10 años, cifra récord. Y en el remate de letras a 12 y 18 meses, España tuvo que ofrecer intereses mucho mayores para atraer el interés de los inversionistas.
El conservador PP no podrá saborear mucho tiempo su aplastante victoria ante los socialistas, e intentará convencer a los mercados que hará lo que debe para fomentar las ahora casi nulas perspectivas de crecimiento y reducir el paro del 21,5%.
Las dudas de los mercados son la causa principal de la galopante escalada de los intereses. En el mercado secundario, donde los bonos son comprados y vendidos una vez emitidos, el interés del bono español a 10 años se mantiene en el 6,5%, lo mismo casi que la víspera y no muy lejos del 7% que los economistas consideran insostenible.
El futuro presidente del gobierno, Mariano Rajoy, prometió mantener el poder adquisitivo de las pensiones, aunque el resto del gasto público podría ser reducido. Pero Rajoy no ha dado muchas postas sobre su programa de gobierno, y no jurará el cargo hasta el 20 o el 21 de diciembre.