“El hombre por su naturaleza busca la felicidad, que está determinada por su verdad, la verdad obliga al hombre a actuar y por eso nos condenamos, por nuestra autodeterminación a ser libresâ€.
El hombre es un ente racional de naturaleza individual, que busca la felicidad. Para alcanzar la felicidad se necesita la concepción de la autorrealización y ésta acompañada de la verdad, ya que ésta es la forma en que la naturaleza humana traduce sus proyecciones y necesidades de infinidad en cualidades finitas para vivir con propósito. Pero para vivir con propósito se necesita conocer la verdad, que en su permanente ausencia, justifica la existencia de la percepción individual de la verdad al que cada hombre puede acceder, traducida en acciones, y teniendo el supuesto que el hombre es coherente con su finalidad en la vida, la verdad nos obliga a actuar libremente para alcanzar su felicidad, y por eso el hombre está condenado a ser libre, porque necesita la verdad en su vida, al tenerla se “condena†a cumplir su verdad, y vivir coherente a ella.
Y es por esto que esta condena es lo más humano, porque nos define, nos marca, nos conduce y nos da la libertad de encontrar nuestra propia autorrealización en nuestra cotidianidad y en nuestra naturaleza. No se vale desperdiciar esta capacidad y dedicarnos a sobrevivir en vez de vivir plenamente. Y al definirnos debemos encontrar a: El ego, el yo y mi otro yo.
La diferencia entre el ego y el yo es demasiado grande, pero nos detenemos tan poco tiempo en analizar y ver esta gran diferencia, que caminamos por la vida en un sendero de confusión. El yo es el componente de fondo de todo lo que hacemos y el fin último del porqué hacemos lo que hacemos. Al final todos buscamos felicidad, y la buscamos en objetos materiales, en creencias y en las demás personas, cuando esta sólo reside en el “yoâ€. En un “yo†sin fronteras, en un “yo†sin ataduras, en un “yo†libre al que llegamos luego de conocernos, entendernos y amarnos.
“Pero esto es egoísmoâ€, pensarán muchos, pensar en mí felicidad, en mi porvenir y en mi desarrollo como persona… “eso es egoísmo†y realmente ¡no lo es! Este amor, conocimiento y entendimiento para nosotros mismos es la base de cualquier relación, acto, actividad, pensamiento, deseo o emoción, porque el “yo†no puede hacer nada si no se es pleno, y nadie puede entregar lo que no tiene, por lo que “tenerse†es necesario para formar una vida completa.
Lo único que se necesita es abrir los ojos, entender que el “yo†camina sólo, que es completo desde que fue creado, que crece, y que necesita siempre crecer para los demás. En el momento que nuestra felicidad sea auténticamente creada por la felicidad que causemos en los demás, ese día se habrán roto las barreras del “ego†y se habrá completado el “yoâ€, porque la trascendencia es lo que en el fin queda de nuestra vida. Por eso, pensar en “mí†para llegar a los “demás†es la forma más lógica de existir y de coexistir plenamente felices, sólo hay que empezar…