Continuando la misiva de la semana anterior sobre la situación de la niñez en Guatemala, quiero contarle que de acuerdo al trabajo de monitoreo de medios escritos de La Nana, hasta el 2 de septiembre de este año, 429 menores de edad habían fallecido a causa de la violencia que impera en el país. Este dato, altísimo, demuestra que la cifra real, sumando lo que no reportan los medios de comunicación, ha de ser mucho mayor.
cnavasdangel@yahoo.es
Insisto en el tema, ya que una de las razones por las que asumo el pueblo de Guatemala lo eligió como Presidente, es para minimizar estos datos, para devolverle un poco la tranquilidad a la población. Aunque muchas de estas muertes, la mayoría, ocurren en la capital y en zonas denominadas rojas, no pueden ser atribuidas totalmente a las pandillas. Muchos casos son producto de la irresponsabilidad y la violencia que se vive en los hogares y centros de estudio y de trabajo.
La desesperanza aumenta en la gente joven. No hay muchas expectativas sobre una vida mejor, la educación como lo mencioné en la nota anterior y hago énfasis ya que aún no ha nombrado a la persona que dirigirá esa cartera, es débil por no decir mala.
Pese a eso muchos creen. Los niños y niñas por ejemplo, y usted lo comprobó por las elecciones infantiles. Por eso aprovecho para recordar algo que expresé en este espacio hace algunos meses, cuando visité una escuela de Ciudad San Cristóbal y me encontré con un grupo de niñas y niños tristes y decepcionados porque su hijo, el alcalde electo de Mixco, los dejó plantados y sin refacción luego de anunciar su llegada a la escuela. Recuerdo esto, porque espero y deseo con el corazón que esos niños y niñas que votaron por usted no se sientan como los de la escuela al ser plantados por su hijo, quien ojalá, ahora que es el alcalde, enmendará ese error y quitará el mal sabor que dejó en esos pequeños.
Su tiempo vale oro ahora, y la vida de la niñez guatemalteca mucho más, por favor no haga caso omiso de estas cartas y trabaje duro para darles a la niñez y juventud la Guatemala que se merecen.