El óleo de Rufino Tamayo «Rebanadas de sandía» se vendió por 2,2 millones de dólares, ligeramente por encima del estimado por Sotheby’s, mientras que otras obras del maestro mexicano alcanzaron precios de varios cientos de miles de dólares.
El cuadro de 100 por 80,6 centímetros (39 3/8 por 31 3/4 pulgadas), que el Museo de Arte moderno (MoMA) había puesto en venta a beneficio de su fondo de adquisiciones era parte de su colección permanente desde 1953. Anoche fue rematado por 2.210.500 dólares por un comprador cuya identidad no se reveló de inmediato.
El artista mexicano lo pintó en 1950, mismo año en que participó en la bienal de Venecia. «Rebanadas de sandía» se ha exhibido también en el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York y la Galería Tate de Londres.
Otras de las obras de Tamayo subastadas en la noche fueron «Frutero y dominó» de 1928, que casi duplicó la cantidad estimada para su venta con 530.500 dólares, y «La Tenista» de 1932 que facturó 398.500.
«Estamos muy contentos con los resultados de la sesión de esta noche», dijo Carmen Melián, directora del departamento de arte latinoamericano de Sotheby’s a través de un comunicado. «Fue una gran noche para Rufino Tamayo».
El artista venezolano abstracto Jesús Rafael Soto superó las cifras estimadas para todas sus obras. La que alcanzó el mejor precio fue «Escritura Cobalto», en la que predomina el azul cobalto, uno de los colores preferidos del autor, que se vendió por 530.500 dólares cuando su precio estimado era de 250 a 350.000.
«La demanda por el arte cinético ayudó a que las obras de Jesús Rafael Soto encontraran compradores y nos encantó que dos obras de Carlos Cruz-Díez superaran el récord anterior del artista en una subasta. Los compradores de esta venta eran de todas partes del mundo», dijo Melián.
La pintura del venezolano Cruz-Díez «Physichromie 2000» alcanzó 422.500 dólares mientras que «Physichromie 88» se vendió casi en el doble de su estimado por 518.500.
Otros pintores incluidos en los lotes de la noche eran el mexicano Alfredo Ramos Martínez, el cubano Wifredo Lam y el surrealista chileno Roberto Matta. Una de las piezas que más llamaron la atención fue una pintura anónima del siglo XIX que muestra a un grupo de agricultores en un campo de caña de azúcar.
La subasta facturó 16,9 millones de dólares por la noche. El remate de arte latinoamericano de Sotheby’s continuaría la mañana jueves, la casa ofrecía 244 lotes que anticipaba vender por hasta 26 millones de dólares.