¿Y la educación…? I de II


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A sólo cuatro dí­as de haberse proclamado al vencedor de las elecciones presidenciales, se ha dejado venir una avalancha de propuestas, ofrecimientos y declaraciones de cómo, cuándo y dónde se realizarán las acciones iniciales de gobierno a partir del 14 a las 14.

Fernando Mollinedo
fermo@intelnet.net.gt

 


Ya conocemos a tres futuros ministros, (Comunicaciones, Salud y Gobernación) lo que nos parece bien, pues hay tiempo suficiente para que se enteren de la problemática existente en dichos ministerios y puedan adecuar su plataforma ideológica ofrecida en la planificación de su ejecución.

En materia educativa, SUGIERO al Presidente electo y su equipo de transición, nombrar para el cargo de ministro o ministra a una persona que en realidad conozca la problemática nacional, que haya trabajado o que trabaje en el sector oficial a efecto de que esté realmente ubicado en este medio. La razón primordial de esta sugerencia y/o petición se basa en que, en administraciones anteriores, dicho cargo fue ejercido por personas que no conocen el ámbito de la educación pública y que pertenecen a estratos económicos que no les permiten entender la idiosincrasia pública, y por lo tanto las medidas y/o criterios que aplicaron para la resolución de problemas no fue del todo acertado; aparte que, importaron (compraron) planes y programas educativos en paí­ses sudamericanos para aplicarlos en Guatemala, los cuales no se adaptan a la idiosincrasia y necesidades locales, lo que provocó sólo la realización de un negocio económico sin beneficio educativo para el paí­s. En Guatemala hay muchos profesionales de la educación, jóvenes y mayores, que bien pueden aportar su esfuerzo y experiencia en la implementación y/o creación de una verdadera POLíTICA EDUCATIVA que tenga como objetivo educar y culturizar a la población para obtener la suficiente capacidad de EDUCACIí“N PARA EL TRABAJO en la diversidad de disciplinas que componen el proceso productivo de todos los dí­as.

Todas las áreas de la productividad (trabajo), necesitan un aprendizaje previo, y todos hemos ido a la escuela a efecto de aprender a desempeñar alguna actividad, por lo tanto, quienes desarrollan las actividades productivas deben tener un proceso educativo mí­nimo para desempeñarse con efectividad; pero… ese proceso educativo debe planificarse de acuerdo a las necesidades sociales del paí­s, con programas de estudio destinados a proporcionar los conocimientos especí­ficos para tener éxito en cualquier actividad productiva. NO ES SUFICIENTE para desempeñar el cargo de ministro de educación, haber sido estudiante, docente o administrativo en universidades privadas de élite económica, a la experiencia de hacerlo en el sector oficial con necesidades reales similares a las actuales en el sistema educativo público nacional.

Por esa razón, ES NECESARIO para el Ministerio de Educación ser dirigido por una persona con VISIí“N DE PAíS.