Los sentimientos son personales; por tanto, no me complica que Chepe Zamora al referirse a Edmond Mulet diga “nuestro querido y admiradoâ€, ese es su gusto. Tampoco me complica que históricamente Mulet sea uno de los provocadores y culpables del Serranazo, asimismo, no recuerdo haberlo visto arriesgándose y apoyando a Siglo21. y a Chepe Zamora en esos momentos.
Lo que sí me parece una ingratitud es que después de que Chepe llegara a mi oficina a pedirme que le obsequiara la acción que no yo sino que Kenworth de Centroamérica había adquirido, hoy me califique públicamente como lo ha hecho.
Por esa ingratitud revoco lo donado y le requiero que los Q10,000 del primer pago de la acción que yo iba a suscribir en 1997 sean devueltos, si es posible con los respectivos intereses de esa fecha al presente, en un cheque a nombre del “Hogar de ancianos San Vicente de Paúlâ€, a quien prefiero donárselos y no a él.
También aprovecho para recordarle que cuando me pidió intercediera para que le donaran la acción a nombre de Kenworth de Centroamérica, me indicó que era un requisito que le habían impuesto los posibles compradores del 60% de acciones que él poseía en elPeriódico y/o en la sociedad panameña Aldea Global S.A.
Fue por su intermedio que me enteré que los adquirientes serían Dionisio Gutiérrez y su familia, empresarios que según él reveló le iban a remplazar como presidente de elPeriódico, colocando a Silvia Gereda de Torrebiarte en su sustitución. Asimismo, fue él quien me indicó que su negociación había fracasado ante la partida del país de Dionisio, pero que en todo caso esperaba poder concluir una nueva negociación con la familia periodística Archila Marroquín.
En todo caso, como él lo manifestara, el 7 de junio de 2011, mediante cheque de gerencia de US$10,000, Kenworth de Centroamérica le endosó el título 117 de Aldea Global S.A., y dejó de ser accionista.
Todo lo aquí comentado no lo hubiera considerado necesario manifestar si mi nombre no hubiera sido innecesariamente mencionado, tanto en el artículo publicado en las páginas 2 y 3 como en el editorial de elPeriódico e incluso hasta es posible que no me hubiera manifestado de no haber recibido los ingratos calificativos que Chepe me otorga en su artículo, pero “no hay mal que por bien no vengaâ€.
En lo que sí coincido es que la libertad de expresión debe ser siempre respetada, no afectada, ni mucho menos tergiversada, aspecto que lamentablemente hay quienes lo hacen de diferentes maneras. Se afecta cuando se manipula u omite la verdad, cuando sin fundamento o competencia se acusa, condena y sanciona públicamente a una mujer o a un hombre, sean funcionarios públicos o no, también se vulnera cuando los derechos de aclaración y respuesta no son publicados, irrespetando la ley.
Esperemos que las vivencias y experiencias, así como las acciones y reacciones de dos personas, en este caso Silvia y Chepe, que tanto tuvieron en común más de 15 años les permita reflexionar y no continuar con ese intercambio público de acusaciones y de odio porque como dama, caballero y periodistas deben de saber que no construyen sino se destruyen en lo particular y en lo profesional cuando se dedican a lavar su ropa sucia de forma pública como lo han hecho.
Corolario: esperemos que lo acontecido produzca un resultado positivo para quienes ejercen la profesión periodística, de dueños o columnistas en los medios de comunicación, ante todo de lectores y ciudadanos. “Amor y aborrecimiento no deben empañar el conocimientoâ€.