Los jugadores y dueños de equipos de la NBA concluyeron las conversaciones por la noche tras una reunión de 12 horas que iniciaron el miércoles en un intento por poner fin a un estancamiento de 132 días.
Las partes regresarán el jueves al mediodía.
El comisionado David Stern dijo que la liga ha «detenido el reloj» y continuará con las negociaciones.
«No haré una lectura de esto con optimismo o pesimismo», destacó. «No estamos fracasando. Sólo estamos aquí», agregó.
El presidente del sindicato Derek Fisher indicó que las partes pasaron mucho tiempo cubriendo los asuntos que continuaban dividiéndolos.
«No podríamos decir que hemos hecho un importante progreso hoy», agregó. «Regresaremos mañana… y veremos si podemos continuar haciendo los esfuerzos por lo menos para terminar esto».
Stern había presentado ultimátum a los jugadores: acepten la última oferta de la liga antes de la 5 de la tarde (2200 GMT) del miércoles o de lo contrario atenerse a una más draconiana que agudizaría el conflicto.
Las partes están en desacuerdo sobre los cambios al sistema de tope salarial y la repartición de los ingresos.
Los jugadores indicaron el martes que no aceptarán la más reciente oferta de contrato laboral y pidieron volver a negociar.
Stern dijo que si no hay un acuerdo el miércoles, la liga propondrá una división de ingresos de 53-47% a favor de los dueños de equipos, y fijará un tope salarial rígido.
Con la participación de grupos pequeños de ambas partes, la más reciente reunión logró pactarse durante la mañana del miércoles.
El abogado Jeffrey Kessler particpó con otros negociadores del gremio de jugadores, horas después que se sentía apenado de haber declarado al diario Washington Post que los dueños han tratado a los basquetbolistas como «esclavos» durante el paro. Kessler dijo que planeaba llamar a Stern para disculparse.