La ciudadaní­a guatemalteca se ha pronunciado en las urnas electorales y la Vicepresidenta de la República será la licenciada Roxana Baldetti, rompiendo así­ con una práctica polí­tica que históricamente ha excluido a las mujeres de la participación en las más altas esferas de decisión, pues la obtención de este alto cargo es una excepción, al igual que lo ha sido el ejercicio de la Presidencia en el Organismo Legislativo, la Corte Suprema de Justicia, la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral, por parte de otras mujeres.

La licenciada Baldetti procede de las filas del Partido Patriota, ha participado activamente en la construcción de esa opción polí­tica y le ha representado en el Congreso de la República con un perfil protagónico, siendo su designación un reconocimiento a su liderazgo y trayectoria partidaria. Otros partidos también dieron ese paso, postulando a mujeres para la Presidencia o la Vicepresidencia, lo cual es un avance significativo para las mujeres polí­ticas y un buen ejemplo a seguir por otras instituciones públicas y privadas.

En cuanto a sus antecedentes profesionales y laborales, su campo es la comunicación social y ha laborado tanto en el ámbito público como en la empresa privada.

Afortunadamente el prejuicio de que “el paí­s no está preparado para ser gobernado por una mujer” ya no se esgrime públicamente, sobre todo ante el ejemplo de mandatarias como Angela Merkel, Dilma Roussef, Cristina Fernández y Laura Chichilla, pero en las entrevistas aún se sigue preguntando a las mujeres polí­ticas quién atiende el hogar en su ausencia, con quién dejan a sus hijos y cómo hacen para conciliar trabajo y familia, preguntas que no se hacen a los polí­ticos.

Así­ pues, la licenciada Baldetti ejercerá su cargo en una especie de transición entre los viejos paradigmas y las nuevas realidades. Y a los retos que enfrentará como mujer se agregan los que como Coordinadora de los Gabinetes especí­ficos en el Ejecutivo ha de encarar, en cuanto a las polí­ticas públicas de su gobierno.

Un reto urgente es abatir los altos niveles de desnutrición que privan de oportunidades de sobrevivencia a miles de niños y niñas aún antes de nacer, impulsando acciones afirmativas en la educación y condiciones de salud para las niñas en riesgo de convertirse en madres prematuramente.

Otros temas importantes: la coordinación de acciones contra la corrupción y la generación de auténtica transparencia en la gestión pública y la adecuada orientación en el Gabinete de Seguridad, pues en esta dimensión la ciudadaní­a tiene grandes expectativas.

Y respecto a las prioridades planteadas por organizaciones de mujeres en el mes de julio a la entonces candidata, los temas a impulsar son: Fortalecimiento de la institucionalidad de las mujeres y sus presupuestos, fortalecimiento del Programa Nacional de Salud Reproductiva, cumplimiento de las leyes por la vida y la dignidad de las mujeres y apoyo de su partido para la aprobación de la iniciativa No. 4088, que reforma el artí­culo 212 de la Ley Electoral y de Partidos Polí­ticos para promover mayor participación de las mujeres en la vida polí­tica.