El cura párroco de la Catedral de Ribeirí£o Preto (interior de Sí£o Paulo), Francisco Jaber Zanardo, anunció ayer lunes a sus fieles a través de un folleto, que soltará gavilanes, halcones y monos en la plaza al frente de la iglesia para combatir la plaga de las palomas.
El sacerdote católico argumentó que miles y miles de palomas provocan suciedad, mal olor y hasta enfermedades en la catedral y sus alrededores, sin que las autoridades municipales ni ambientales se ocupen del asunto.
Zanardo distribuyó más de dos mil folletos en las misas de sábado, domingo y lunes, para concientizar a los fieles sobre el peligro de las palomas y alertarlos sobre las acciones que decidirá en 40 días para eliminar la plaga «con apoyo de empresarios para aliviar mi presupuesto».
El cura, que ya usó cohetes para ahuyentar las aves, también amenazó usar un repelente hecho a base de uva, no permitido por las autoridades ambientales, para alejar las palomas y solucionar el problema.
«No podemos esperar más, tenemos hasta una señora que frecuenta la iglesia y está con toxoplasmosis (enfermedad que trasmitirían las palomas)», protestó Zanardo.
«Me gustaría hablar del desarrollo de la ciudad, pero desgraciadamente tengo que hablar de la caca de las palomas», se lamentó el párroco.
El cura aseguró que «ya encontré la solución, y quiero que se resuelva esta plaga», con el uso de predadores ?gavilanes, halcones y hasta monos? para disminuir las palomas.
Afirmó asimismo en el folleto que asume todas las responsabilidades de las medidas que se adopten, pero proclamó que cuenta con el apoyo de la comunidad, de comerciantes, de ambientalistas y hasta de juristas.