El presidente en ejercicio de la OSCE, el español Miguel Angel Moratinos, apoyó el martes, con condiciones, la candidatura de Kazajistán a la presidencia de la organización, que está aún lejos del consenso debido al déficit democrático en la ex república soviética.
«El presidente (Nursultán) Nazarbayev demostró una actitud constructiva y espero que haya un consenso en la reunión de Madrid» de los ministros de Asuntos Exteriores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) prevista para noviembre, declaró Moratinos en rueda de prensa en Astana.
«Kazajistán sigue actuando en la dirección de sus compromisos en materia social, económica y política», agregó el ministro español de Asuntos Exteriores después de entrevistarse con el jefe de Estado kazajo en el primer día de su gira de cinco días por Asia central.
En diciembre de 2006, los ministros no lograron ponerse de acuerdo sobre una presidencia kazaja de la organización en 2009 debido al déficit democrático de esta ex república soviética, en particular en materia de libertad de prensa.
La mayoría de los europeos indicaron sin embargo que estaban dispuestos a apoyar la iniciativa kazaja si el poder llevaba a cabo este año reformas democráticas consecuentes.
Si se aceptara su candidatura, Kazajistán sería el primer país de la extinta Unión Soviética en presidir la OSCE. Esta organización, que cuenta entre sus 56 miembros con países de Europa, la ex URSS y Norteamérica, tiene la vocación de ser un foro para desactivar conflictos, reforzar la seguridad común y promover la democracia y los derechos humanos.
Nazarbayev, cuya reelección con el 91% de los votos en 2005 fue criticada por la OSCE, se comprometió a emprender una reforma judicial y a modificar la legislación en materia de elecciones, de prensa y de reconocimiento de los partidos políticos.
Moratinos insistió en la necesidad de aplicar este programa «en un futuro próximo».
Si no lleva a cabo las reformas, Kazajistán, que tiene el apoyo de Rusia, perdería la oportunidad de lograr el consenso necesario, según varios diplomáticos europeos.
Porque contrariamente a la mayoría de países de la Unión Europea (UE), que aspiran a reforzar sus vínculos con Asia Central, Estados Unidos y Gran Bretaña se muestran reticentes a dar su apoyo a Kazajistán hasta que haya superado un periodo de prueba democrática.
Los países europeos favorables a una presidencia kazaja argumentan sin embargo que, en caso de rechazo, los países de Asia Central, una región estratégica situada en la encrucijada de Rusia, China y Oriente Medio y con importantes reservas energéticas, dé la espalda a Occidente.