Al menos 16 personas murieron y 32 quedaron heridas hoy en un atentado suicida cometido por una mujer contra un centro policial al norte de Irak, donde en conjunto murieron al menos 28 personas.
El más grave de los atentados fue provocado por una mujer, que llevaba una chaqueta repleta de explosivos y activó la carga delante de un puesto policial en Moqdadiya, a 105 km al norte de Bagdad, precisó la policía.
Entre las 16 víctimas mortales figuran jóvenes que esperaban delante de un kiosco donde se venden formularios de candidatura para ingresar en la policía, según la fuente.
Otros tres policías murieron en la explosión de una bomba casera al paso de su vehículo cerca de Tikrit, a 180 km al norte de Bagdad, el feudo del ex presidente Saddam Hussein. Otros dos agentes resultaron heridos.
Al menos otras cinco personas murieron y 10 resultaron heridas en un atentado con coche bomba en el barrio de Al Jadriyah, en el sur de Bagdad.
Este atentado tuvo lugar después de que se levantara la prohibición de circular el lunes a los coches por la capital, por motivos de seguridad en el cuarto aniversario de la caída del régimen de Saddam.
En otro barrio de la ciudad, al Fadhel, hubo enfrentamientos entre los insurgentes y las fuerzas de seguridad iraquíes junto a soldados estadounidenses. Según el ministerio de Defensa, dos personas murieron y 15 resultaron heridas.
En Kirkuk, un soldado fue asesinado y se halló el cadáver de un miembro del Partido Democrático del Kurdistán (del presidente del Kurdistán iraquí, Masud Barzani), que había sido secuestrado el lunes.
Por otra parte, cuatro soldados estadounidenses murieron en diversos ataques el lunes, tres de ellos en Bagdad, anunciaron el martes las autoridades militares norteamericanas.
Estas bajas elevan a 32, desde comienzos de abril, y a 3.280, desde la invasión en 2003, el número de soldados y personal asimilado estadounidenses muertos en Irak, según un conteo de la AFP sobre la base de cifras del Pentágono.
La violencia tuvo también como objetivo dos helicópteros estadounidenses, alcanzados por disparos de armas livianas en el centro de Bagdad, pero que «pudieron volver a sus bases», afirmó una portavoz del ejército norteamericano.
Diez helicópteros estadounidenses, dos de ellos administrados por sociedades privadas de seguridad, se han estrellado en Irak desde el 20 de enero, la mayoría después de haber sido alcanzados por disparos hostiles.
El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, de visita a Japón, rechazó el proyecto de imponer una fecha límite a la misión estadounidense en Irak, como proponen los adversarios demócratas del presidente George W. Bush, hacia 2008.
De su lado, el rey Abdalá II de Jordania advirtió en una entrevista que una retirada de las fuerzas estadounidenses de Irak «sin calendario preciso» contribuiría a un «recrudecimiento de la violencia» en ese país.
Durante una visita el lunes a Washington, Ali Allawi, consejero de Maliki, llamó a una solución federal en Irak para poner fin a la inestabilidad que reina en el país.
Por su parte, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Manuchehr Mottaki, expresó el martes la reticencia de Irán a la participación de miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU en la conferencia internacional sobre Irak los 3 y 4 de mayo en Egipto.
También excluyó todo encuentro con su homóloga estadounidense, Condoleezza Rice, si bien ésta no descartó la idea de una eventual entrevista.