Una protesta que paralizó el puerto de Oakland para demostrar el alcance del movimiento Ocupen Wall Street desembocó en violencia cuando la policía antimotines arrestó a docenas de manifestantes que irrumpieron en un edificio vacante, rompieron ventanas en la zona céntrica, pintaron grafitos y provocaron incendios.
Por lo menos cuatro manifestantes fueron hospitalizados el jueves, incluso uno que necesitó puntos después de forcejear con un agente, dijo la policía. Varios policías también resultaron lesionados pero ninguno necesitó hospitalización.
«Pasamos de un movimiento pacífico al caos», afirmó una manifestante, Monique Agnew, el jueves por la madrugada.
Algunos manifestantes arrojaron trozos de cemento, caños de metal y bombas caseras, dijo la policía.
El movimiento heterogéneo de manifestantes que protestan contra el sistema económico mundial y la distribución de la riqueza ha cobrado impulso en las últimas semanas. En Oakland logró paralizar uno de los puertos más activos de la nación al término de una «huelga general» de un día que provocó manifestaciones de solidaridad en varios puntos de Estados Unidos.
Varios miles de personas se congregaron frente al puerto de Oakland, el quinto de mayor movimiento de la nación, durante unas cinco horas de protesta en las que bloquearon las calles estacionando sus vehículos ilegalmente.
El vocero del puerto, Isaac Kos-Read, informó que las operaciones vespertinas habían quedado interrumpidas.
Las autoridades portuarias esperaban reanudar las operaciones marítimas el jueves y que «los trabajadores del puerto puedan llegar a sus empleos sin incidente».
Simpatizantes del movimiento en Nueva York, Filadelfia, Los íngeles y otros sitios efectuaron demostraciones en menor escala. Todos los grupos dijeron que lo hacían en solidaridad con Oakland, que se convirtió en insignia del movimiento cuando un veterano de la guerra de Irak resultó gravemente herido en un choque con la policía la semana pasada.