Un total de 13 soldados de Estados Unidos murieron el sábado por un atentado suicida con un coche bomba en Kabul, informó la OTAN y las fuerzas norteamericanas.
Un atacante suicida estrelló una camioneta cargada de explosivos contra un convoy de la OTAN. La coalición liderada por Estados Unidos no dio detalles adicionales.
Funcionarios afganos habían dicho previamente que habían muerto varios militares y cuatro afganos, entre ellos un policía. Las fuerzas de la OTAN acordonaron la zona donde ocurrió el ataque, en las afueras de la capital.
El Talibán se responsabilizó del ataque a través de un mensaje de texto enviado a los medios poco después de que un vehículo estalló al paso del convoy de la OTAN en Kabul.
El atentado sucedió cerca del Palacio Darul Aman, el bombardeado edificio que fue casa de ex reyes afganos en las afueras de la capital afgana.
«Fue una bomba muy potente», dijo Gulam Saki, un testigo en la escena. «Tres civiles murieron —un nombre, una mujer y un niño— y dos cadáveres todavía están en los vehículos», agregó.
Salía humo negro de varios vehículos incendiados a los que los bomberos rociaban con agua.
Dos helicópteros de la OTAN aterrizaron en la zona y se llevaron a varias víctimas, de acuerdo con un reportero de The Associated Press en el lugar. Otros heridos eran atendidos en camillas que fueron colocadas sobre el pavimento.
Poco antes, una atacante suicida detonó su carga explosiva afuera de una oficina del gobierno en la provincia afgana de Kunar, informó la policía de Afganistán.
La provincia es caldo de cultivo de milicianos en el noreste afgano, a lo largo de la frontera con Pakistán.
El subjefe de la policía provincial, Abdul Sabor Allayar, dijo que los guardias que estaban afuera de la oficina de inteligencia del gobierno en Asa Abad sospecharon de la mujer y comenzaron a disparar y, en un momento, ella detonó sus explosivos.
Además de la mujer, no hubo más muertos en el ataque.
Las fuerzas afganas y de la alianza militar que comanda Estados Unidos realizaron operativos a comienzos de octubre, matando a más de 100 insurgentes en un esfuerzo por frenar la violencia en áreas escarpadas de Kunar donde la OTAN y el gobierno afgano tienen poca presencia.