A propósito de los malos trabajos con el gobierno


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Constantemente se presentan quejas debido al mal estado de las carreteras así­ como de trabajos que son pagados por el Gobierno, y en la época lluviosa se acrecientan los reclamos, pues las pistas no soportan los torrenciales aguaceros y se destruyen. Entre estos reclamos están los trabajos de la dársena de Champerico que resultó inútil. Todos esos trabajos o medios trabajos, se informa, no llenan los requisitos especificados en los contratos respectivos por la falta de una supervisión consciente.

José Antonio Garcí­a Urrea

 


Recuerdo un caso, ya hace muchos años, no recuerdo la fecha, cuando yo era reportero, el ingeniero Joaquí­n Olivares, Ministro de Comunicaciones y Obras Públicas, nos invitó a los reporteros que lo visitábamos en su despacho para asistir determinado dí­a a la inauguración del asfaltado de las calles del Cementerio General de esta ciudad capital. Llegamos puntuales, conociéndolo, pero él no estaba en el punto escogido para la realización del acto; el periodista, Luis Barrios, encargado de Prensa del Ministerio nos informó que el Ministro andaba constatando si el asfalto aplicado llenaba los requerimientos convenidos; efectivamente a los pocos minutos llegó.
Excuso decir que todo estaba preparado para la inauguración, mesa con mantel blanco, meseros, vasos, botellas de whisky, de agua mineral y simple, boquitas, etc. Platicamos con él, nos agradeció nuestra presencia, constantemente miraba su reloj de pulsera por que los representantes de la empresa encargada de los trabajos no llegaban, por fin aparecieron.
Periodistas, algunos empleados del Ministerio nos acercamos a la mesa en donde el funcionario ya se habí­a colocado y junto a él los indicados personeros de la empresa; se hizo un silencio y el titular de Obras Públicas dijo más o menos así­: “Señores de la (empresa tal), señores periodistas, señores y señoras: muchas gracias por su presencia en este acto de inauguración del asfaltado de las calles de este Cementerio, pero resulta que esta inauguración no va a efectuarse hoy, se cancela, (asombro en todos los presentes) porque el trabajo realizado no corresponde a los requerimientos especificados en el contrato respectivo, hace un rato fui a medir el grosor que debe tener la capa de asfalto y no es la requerida, le falta, y en esas condiciones se deteriora con rapidez. Le pido a los señores de la empresa responsable que cumpla con los requerimientos respectivos y cuando ya esté como debe ser, entonces se hará la inauguración, esta se cancela. Dio orden a los meseros para que lo recogieran todo y se lo llevaran.
Nosotros, los reporteros, comentamos que ojalá en todo el Gobierno y los futuros, todos los funcionarios fueran como el ministro Olivares, pues los trabajos encargados se reciben sin comprobar su calidad, tal y como sucede con los puentes, que varios de ellos ya se los llevó el rí­o.
Y a propósito: el puente Los Esclavos y el aún llamado de La Penitenciarí­a, en la 7ª. Avenida, aledaño a la Corte Suprema de Justicia, resisten todos los embates de la Naturaleza, sin tanta tecnologí­a. Apropósito, a esta puente le deberí­an de pintar la altura, del lado que da hacia el norte.