A propuesta de la Asociación de Ex Alumnos de ICDF Taiwán (Fondo de Desarrollo y Cooperación Internacional), el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala, presidido por el doctor Héctor Leonel Escobedo Ayala, ofreció el acto protocolario del “Cambio de la Rosa de la Paz†al E.S. Embajador Adolfo Sun con motivo del Centenario de Fundación de la República de China (Taiwán). Esta ceremonia, que ha perdurado a través del tiempo, se llevó a cabo el jueves 27 de octubre de 2011 en el ‘Patio de la Paz’ del Palacio Nacional de la Cultura, lugar en que se firmaron los Acuerdos de Paz, el 29 de diciembre de 1996.
Presenciar una vez más esta solemne actividad regocijó mi espíritu y me hizo recordar con emoción aquel 28 de junio de 2010 cuando yo tuve el honor de cambiar y colocar la rosa blanca en el ‘Monumento a la Paz’, es decir en las manos de la esperanza y de la Fe. El encomio del E.S. Embajador Adolfo Sun estuvo a cargo de la licenciada Olga Escalante, presidenta de la Asociación de Ex Alumnos de ICDF Taiwán, quien dentro de su discurso dijo que más allá de los logros profesionales de don Adolfo, deseaba referirse al “gran ser humano, el amigo de Guatemala, la persona que en estos tres años cuatro meses de vivir en nuestro país ha logrado conocer no sólo cada rincón de Guatemala, sino ha logrado descifrar la complejidad y a la vez la sencillez de los chapines. Con esa forma suya tan particular, tan cálida, tan profundamente humana se ha ganado un lugar en el corazón de todas aquellas personas que le conocemos… Es un trabajador incansable, con carácter, que lidera a su equipo de colaboradores en búsqueda siempre de la excelencia, pero quien también es una persona cercana, de sonrisa fácil, cariñoso, abierto y un gran comunicador… Lo hemos visto ser el primero en responder ante situaciones de emergencia, que como país nos ha tocado vivir… El impacto de su labor se ha visto en las comunidades más pobres y necesitadas de nuestro país y ha sido una luz de esperanza para miles de guatemaltecos…†Luego, don Adolfo efectuó el cambio de la rosa y expresó: “Hoy, a quince años de la firma de los acuerdos, Guatemala ha inmortalizado la paz a través del ‘Cambio de la Rosa’. La construcción de la paz es un camino largo, pero hay que perseverar, y los mayores debemos enseñar a las nuevas generaciones que el cambio de la rosa de la paz no es un simple acto material, sino que la rosa de la paz simboliza, ante todo, el amor por la patria, la tolerancia y el respeto mutuo, y la esperanza del pueblo de seguir adelante trabajando arduamente por este lindo país.†Seguidamente se presentó la Compañía Municipal de Danza con dos coloridas coreografías. También escuchamos las hermosas ejecuciones musicales de las marimbas “Alma del Regimiento†del Ministerio de la Defensa y “Maderas de mi Tierra†de la SAAS. Además tuve el honor de leer mi poema titulado “La Pagodaâ€, inspirado en el imponente rascacielos ‘Taipei 101’ que manifiesta lo siguiente: “Bordada de celajes/ surge en la ciudad/ de Oriente/ como regia morada/ hacia el firmamento/ desafiando el horizonte/ el templo más hermoso/ mansión de oro y jade/ pagoda de mi tiempo./ Mansión forjada/ del tesoro natural/ culminación y síntesis/ de un palacio imperial./ Song Yue/ reencarna en su estancia/ dibuja con su lengua/ un dragón en sus murallas/ pinta con su cuerpo/ escrituras muy antiguas/ envejecerá la tierra/ con lágrimas en sus mejillas…/ Mece el péndulo/ el hada de loto/ lleva el compás de la vida/ en constante frenesí/ balancea la esfera/ la existencia en abanicos/ maduran los frutos/ de un viviente tapiz./ Materia ligera/ ante el abismo/ surge firme/ de raíces de cerezos/ espejo de China/ metrópoli fugaz/ maquillada/ de megawatts/ imitando el fulgor/ de las estrellas.â€