Estado pide perdón por asesinato de los esposos Figueroa Ibarra


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El Estado guatemalteco pidió perdón a la familia Figueroa Ibarra por el asesinato, ocurrido el 6 de junio de 1980, de Carlos Figueroa y Edna Ibarra. Contrario a lo sucedido con actos similares, esta vez no se contó con la presencia del presidente ílvaro Colom, ni del vicepresidente Rafael Espada.

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POR ANDREA OROZCO
aorozco@lahora.com.gt

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Con el cambio de la Rosa de la Paz y la entrega de una carta de perdón, el Estado reconoció el crimen cometido en contra de los esposos Figueroa Ibarra durante el Conflicto Armado Interno; Carlos Figueroa Ibarra, hijo de la pareja, recibió las disculpas en nombre de la familia.

“Lo recibo con mucha alegrí­a, creo que es un acto de justicia histórica, lo más importante es que el Estado reconoce que actuó como un gigantesco criminal y que mató a personas de bien, que no eran delincuentes si no que hací­an un aporte a la sociedad, al igual que con mis padres, eso sucedió con la inmensa mayorí­a de los 150 mil ejecutados extraoficialmente”, aseguró Carlos Figueroa Ibarra.

Para el hijo de la pareja hoy recordada, que se encontraba exiliado en San José, Costa Rica, al momento del asesinato, este acto de perdón  es importante pero no suficiente, ya que además debe existir un acto de justicia, es decir, “que los grandes hechores del genocidio en Guatemala deben ser castigados”.

“La justicia está constituida por tres aspectos; la memoria, para que este tipo de hechos no se olviden; la justicia, que es que los autores electorales y materiales sean juzgados conforme a las leyes; y la verdad, que se sepa exactamente lo que sucedió. Con este acto estamos cumpliendo con la memoria y la verdad, pero falta la justicia”, agregó Figueroa Ibarra.

Al acto asistieron también familiares y amigos de la familia, quienes presenciaron la entrega de la carta de solicitud de perdón a los descendientes de la pareja de psicólogos asesinados.

PORQUE NO ES GENOCIDA
Contrario a lo que ha sucedido con actividades similares, durante esta solicitud de perdón no se contó con la presencia del presidente ílvaro Colom o el vicepresidente Rafael Espada, el primero por un viaje realizado a Paraguay y el segundo porque no lo tení­a en agenda.

Figueroa Ibarra ha sido crí­tico del Gobierno de turno y publicó en su libro «Â¿En el umbral del posneoliberalismo? Izquierda y gobierno en América Latina» sobre alianzas que el actual gobierno debió haber realizado previo a ganar las elecciones con la denominada Cofradí­a. (La Hora 18 de agosto de 2010).

«Mención especial en las alianzas que llevaron al gobierno a Colom, merecen el general Luis Francisco Ortega Menaldo, los coroneles Jacobo Esdras Salam (sic, en realidad es Salán, un error del autor) y Napoleón Rojas, así­ como otro militar retirado, Carlos Quintanilla. (…) Todos ellos han sido mencionados como integrantes de uno de los poderes ocultos que actúan en Guatemala, en este caso la llamada Cofradí­a (p. 97)», señala el autor.

Al ser consultado sobre la ausencia de los mandatarios, Figueroa Ibarra dijo considerar que ésta se deba a problemas de agenda y no por su opinión, “yo soy un intelectual independiente y siempre expresaré los puntos de vista que tenga, como lo hizo mi padre, con esa honestidad y esa libertad que siempre ejerció”, dijo.

El representante de la familia Figueroa Ibarra dijo también que agradece al gobierno encabezado por Colom este acto de resarcimiento “y quiero que quede muy claro que nuestra familia acepta este acto porque se trata de este Gobierno, no aceptarí­amos un acto de similar naturaleza por un presidente que fuera genocida o que tuviera acusaciones de genocidio, no es el caso, este gobierno está encabezado por un hombre de bien, lamentarí­a si con mi análisis lo he ofendido, pero la ciencia social es la ciencia social”, aseguró.