Jornada de protesta en Argentina


Manifestación. Integrantes de diferentes sectores sociales participan en una manifestación en Argentina.

Una huelga de maestros en todo el paí­s, paro de actividades de trabajadores industriales y movilizaciones en varios puntos de Argentina repudiaban este lunes el crimen de un maestro a manos de un policí­a cuando reclamaba aumentos salariales en la provincia sureña de Neuquén.


En la ciudad de Neuquén, miles de personas comenzaron a movilizarse desde una plaza céntrica a la Casa de gobierno local para exigir la renuncia del gobernador y candidato presidencial por una agrupación de derecha Jorge Sobisch, y de otros funcionarios a quiénes responsabilizan por el asesinato del maestro Carlos Fuentealba, el miércoles pasado.

Más temprano, docentes pintaron de negro en señal de luto las puertas y ventanas de la sede de la goberanción neuquina, mientras permanecen cortadas dos rutas que unen a esa provincia con su vecina Rio Negro, ambas ricas en petróleo y gas, como sí­mbolo del reclamo de los maestros, que realizan un paro de 24 horas.

En la capital argentina, centenares de personas se congregaron en la plaza céntrica del Obelisco para marchar hacia la casa de Neuquén (localizada a unos 500 metros del punto de partida), movilización de la que participan organismos de derechos humanos y agrupaciones sociales.

Dirigentes docentes de Neuquén denunciaron que la policí­a de la provincia de Salta (norte) reprimió con gases lacrimógenos el lunes una protesta de maestros frente a la Legislatura local, en declaraciones al canal de noticias TN.

La huelga docente se cumple con alto acatamiento en las escuelas públicas de todo el paí­s, y también adhirieron a la medida de fuerza muchos institutos privados de enseñanza.

Los gremios docentes agrupan a unos 350.000 maestros y profesores en todo el territorio argentino.

«Las tizas no se manchan con sangre» es la consigna de esta jornada de agitación, que incluye el cese de actvidades por una hora de los trabajadores industriales al mediodí­a del lunes e interrupciones del transporte colectivo, de trenes y del Metro de Buenos Aires.

Trabajadores de los bancos y del Poder Judicial realizan huelgas parciales de adhesión durante el dí­a.

La jornada de repudio a la muerte del docente y a la represión policial a los reclamos sociales hizo confluir por primer vez en seis años a la mayoritaria central obrera oficialista Confederación General del Trabajo (CGT, peronista) y la minoritaria Central de Trabajadores Argentinos (CTA, centroizquierda).

«Es absolutamente repudiable que los justos reclamos de los trabajadores se pretendan acallar con estas metodologí­as que creí­amos formaban parte del pasado», dijeron las centrales obreras en una declaración conjunta.

Carlos Fuentealba, de 40 años y con dos hijos, se movilizaba junto con centenares de activistas gremiales por una ruta de Neuquén el miércoles pasado, cuando un policí­a de civil bajó de una camioneta y le disparó por la espalda con una pistola lanzagases.

Fuentealba murió en un hosptial neuquino tras un dí­a de agoní­a.

«A Carlos lo fusilaron», denunció su esposa, Sandra Rodrí­guez, el domingo durante un acto en su homenaje en la escuela pública donde Fuentealba dictaba clases de quí­mica, en un humilde barrio de Neuquén.

Los dardos de los reclamos apuntan al gobernador Sobisch, un caudillo del provincial Movimiento Popular Neuquino, que aseguró haber dado la orden para que la policí­a despeje la ruta donde fue herido mortalmente Fuentealba, y contra quién legisladores opositores locales comenzaron a iniciar un proceso de juicio polí­tico para destituirlo.

Pero la protesta social será también la mayor desde que asumió en 2003 el gobierno nacional Néstor Kirchner, y ocurre a seis meses de las elecciones presidenciales.