El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó hoy que la construcción de baja calidad contribuyó al elevado número de víctimas sepultadas en medio de numerosas edificaciones que se desplomaron a causa del terremoto de 7,2 de magnitud que devastó el este de Turquía.
El gobernante dijo que Turquía no ha recibido noticias en otros sismos sobre tantos edificios destruidos. Comparó la acción de los constructores irresponsables con homicidio.
El «concreto prácticamente se convirtió en arena» destacó el primer ministro refiriéndose a la destrucción provocada por el terremoto del pasado domingo en el este del país que ha dejado al menos 460 personas muertas.
Horas antes, los socorristas anunciaron que habían rescatado a un universitario de 18 años y a una maestra de 27 años de las ruinas de dos edificios de departamentos más de 60 horas después del sismo devastador.
Los rescatistas utilizaron diminutas cámaras colocadas en palos para localizar a Eyup Erdem y rompieron en aplausos cuando el joven salió —61 horas después del terremoto— de los escombros de un edificio de varios pisos en la ciudad de Ercis, que fue la más goleada por el sismo de magnitud 7,2 que azotó el domingo.
La agencia estatal Anatolia informó que Erdem estaba ileso y siendo atendido en un hospital en el sito.
El estudiante, quien se había mudado a Ercis hace un mes para estudiar mecánica en la universidad, fue el más reciente en ser sacado con vida de los escombros mientras los socorristas trabajan contrarreloj para encontrar sobrevivientes.
Anatolia informó por separado que Gozde Bahar, la maestra de inglés, fue rescatada sólo con heridas de un edificio 67 horas después del sismo. La agencia agregó que su corazón dejó de latir cuando estaba siendo atendida por los médicos y pudieron revivirla.
El funcionario del Ministerio de Salud, Seraceddin Com, dijo que 40 personas fueron sacadas con vida de los escombros el martes.
Uno de los rescatados el martes, a 48 horas del sismo, fue una bebé de dos semanas de nacida que estaba en los escombros de un edificio de departamentos. Su madre y abuela también fueron salvadas, pero su padre seguía desaparecido.
Por otra parte, las autoridades de salud dijeron el miércoles que han detectado un incremento en los casos de diarrea, en especial entre los niños y pidió a los supervivientes beber agua embotellada hasta que las autoridades puedan determinar si el agua del grifo podría estar contaminada.