Hace unos meses era un completo desconocido. A día de hoy, todo el mundo quiere conocer los métodos de entrenamiento y el pasado de Juan Ignacio Martínez (conocido ahora como JIM), entrenador del Levante.
El día que Luis García Plaza decidió abandonar el Levante para comprometerse con el Getafe, muchos temblaron en la entidad levantina. El madrileño había realizado un excelso trabajo en el equipo granota (que el año pasado no tuvo problemas para mantener la categoría) y su sucesor parecía condenado al agravio comparativo.
Además, el Levante, el club con el presupuesto más bajo de Primera División, no podía permitirse la contratación de un técnico de campanillas y el elegido para el banquillo granota era un desconocido para el gran público: Juan Ignacio Martínez. Los métodos de JIM (siglas ya archiconocidas para referirse a él) eran una incógnita para el aficionado de a pie y los primeros resultados positivos del Levante se atribuían, únicamente, a la buena suerte.
Sin embargo, los partidos han ido pasando y el conjunto valenciano acumula unos números de infarto: 7 victorias de 7 posibles. El bagaje es tan abultado que no está al alcance ni de Barcelona ni de Real Madrid, equipo que, por cierto, también cayó preso de las redes de JIM.
PASADO
Ante tal situación, la expectación entorno a Juan Ignacio Martínez ha ido aumentando a cada jornada y ha permitido que la historia de JIM, un trabajador nato, sea vox populi.
A estas alturas, muchos conocen que el técnico del Levante fue vendedor de seguros y que ha recorrido un largo peregrinaje hasta convertirse, a sus 47 años, en entrenador de Primera División. Concretamente, Juan Ignacio Martínez ha dirigido al Alicante, al Orihuela, al Torrevieja, al Mar Menor, al Cartagena (en dos períodos), al Alcoyano, al Salamanca y al Albacete.
Además, cabe señalar que mientras dirigía al Mar Menor también se hacía cargo de un equipo alevín y uno femenino. Evidencia del espíritu de sacrificio de un Juan Ignacio Martínez que hoy vuelve a ser noticia por otro dato de su pasado: fue guardaespaldas de la cantante Isabel Pantoja.
«Eso fue hace mucho tiempo, en 1983, cuando yo tenía 18 años. Mi padre trabajaba en un bar y un amigo de Alicante me animó para ir a Valencia y trabajar como guardaespaldas de la Pantoja en una gira que hacía la tonadillera con los Morancos», ha explicado Juan Ignacio Martínez, en declaraciones para el diario Levante. Y, a estas horas, la anécdota corre por los medios de comunicación del país como la pólvora.
A fin de cuentas, es otro detalle interesante del pasado de un entrenador que, esta noche, querrá alargar su gloria ganando, en el Ciutat de Valí¨ncia, a la Real Sociedad.