“Piensa mal y acertarás”. Sobre la anterior premisa, ¿será cierto que ambos candidatos presidenciales han visitado a determinados funcionarios a efecto de ponerse de acuerdo en relación a los fideicomisos existentes en los diferentes ministerios y municipalidades? Esa figura tan utilizada desde el primer gobierno de los “empresarios”, ha sido la principal fuente de corrupción que pueda tener el Estado mismo y de dónde sacan y sacan recursos sin dar explicaciones a nadie; ni a la Superintendencia de Bancos mucho menos a la Contralorí­a General de Cuentas y muchí­simo menos a la población guatemalteca.

Vox pópuli, los fideicomisos funcionan de la siguiente manera: Una entidad deposita varios millones de dinero en determinado banco del sistema en el paí­s; el banco se compromete a “administrar” los fondos depositados y no está preguntando el origen de dicho dinero, por lo que, el titular del fideicomiso registra su firma y/o determina quién o quiénes pueden retirar fondos del mismo; los que por estar en una entidad bancaria privada no son susceptibles de fiscalización por parte de la Contralorí­a General de Cuentas; por lo tanto, ese dinero no es fiscalizable.
Esa es la opinión de quienes “manejan” el dinero, pero hay quienes indican que, por ser dinero de las arcas nacionales, dicho dinero sí­ puede ser fiscalizable en cualquier banco, financiera nacional u offshore, de acuerdo a la ley, pero… como aquí­ cada quien se pasa la ley por el arco del triunfo, no hay contralor que le haya entrado o le entre a la aplicación de la ley en dicha fiscalización con criterio nacionalista, cí­vico y honrado. NI LO HABRí.    El titular del fideicomiso puede ser una persona individual o jurí­dica, y por supuesto tiene sus cláusulas contractuales como plazo, monto (fijo o variable), intereses (fijos o variables) por poner ejemplos; pero… el meollo de esta figura económica, radica en que al vencimiento del plazo, el titular del mismo puede disponer de los fondos existentes, retirándolos o invirtiéndolos de nuevo. Por lo tanto, ¿Quién o qué entidad del Estado
tiene control sobre los fideicomisos contratados por funcionarios gubernamentales o ediles con dinero obtenido como ingresos por impuestos, presupuestadas tasas y otras formas de captación económica de las municipalidades o ministerios de Estado? ¿Será que los candidatos presidenciales tienen el valor de decirle a la población que investigarán los fideicomisos existentes? VALE LA PENA QUE POR ALGíšN MEDIO DE COMUNICACIí“N, SE LES ESPETE AL RESPECTO porque sus respuestas dejarán ver su personal criterio respecto al combate a la corrupción en este aspecto tan importante y donde están depositados y/o administrados, muchos millones de quetzales que DEBEN ser invertidos en obras de carácter social (hospitales, reconstrucción y otros).