Perdían por tres puntos y quedaban poco más de dos minutos de juego. Sólo una cosa cruzaba por la cabeza de Tom Brady.
«No puedo no llegar a la anotación», dijo el maestro de los repuntes en el último minuto.
Y ahí fue donde puso el balón, con un pase de ocho yardas a Aarón Hernández cuando faltaban 22 segundos para que terminara el encuentro de ayer, dándole a los Patriots de Nueva Inglaterra una victoria de 20-16 sobre los Cowboys de Dallas.
«í‰l es quizá uno de los competidores más duros que he visto, especialmente en la posición de quarterback», dijo Vince Wilfork, tackle defensivo de los Patriots. «Había tiempo abundante para nuestra ofensiva».
«Cuando hacía más falta, ellos hicieron lo que necesitábamos», agregó.
Fue la 32da ocasión en que Brady logra un repunte exitoso en su carrera en partidos en que los Patriots van empatados o perdiendo en el cuarto período. Y lo logró frente a una sólida defensiva —la cuarta más efectiva de la liga— que había permitido apenas un touchdown en las primeras nueve posesiones de balón de los Patriots.
«Cuando juegas contra un quarterback como Tom Brady, que va a ser catalogado como uno de los más grandes de la historia, uno tiene que intentar dificultarle las cosas», dijo Jason Garrett, entrenador de los Cowboys.
Dallas, que regresaba de una semana de descanso, lo hizo difícil para Brady la mayor parte del día, capturándolo atrás de la línea de golpeo en tres ocasiones e interceptándole dos pases. Pero en la ofensiva final de 80 yardas con 2:31 en el reloj, Brady completó ocho de nueve pases para 78 yardas.
«Nos preparamos bien para esa situación cada semana, y cuando se presentó así esta semana, es bueno llevar la pelota hasta la zona de anotación», dijo Brady. «Hubiera preferido ir cuatro touchdowns arriba con dos minutos por jugar, pero no fue el caso».
Nueva Inglaterra (5-1) ganó a pesar de perder dos balones por primera vez en la temporada, y de sufrir dos pases interceptados. Brady acabó el partido con 27 pases completos de 41 para 289 yardas y dos touchdowns.
Dallas (2-3) terminó una racha de cinco victorias como visitante después de una semana de descanso a pesar de recuperarse de un déficit de 13-3 a mitad del segundo cuarto.
Tony Romo completó 27 pases en 41 intentos para 317 yardas, un touchdown y una intercepción en su primer partido desde una derrota de 34-30 frente a los Leones de Detroit.
Los Cowboys han perdido dos encuentros por cuatro puntos y uno por tres.
«Este equipo sigue en crecimiento y mejorando», dijo Romo.
Más temprano, en Detroit, el entrenador de San Francisco, Jim Harbaugh, atravesó el campo corriendo efusivo. Le dio la mano a su contraparte de los Lions Jim Schwartz, y al mismo tiempo le dio una palmada en la espalda con su mano izquierda.
Aparentemente, Harbaugh dijo algo que molestó a Schwartz, quien fue a confrontar a su colega. Una escena fuerte después de un encuentro muy esperado entre dos equipos enrrachados que San Francisco le ganó 25-19 a Detroit.
La Conferencia Nacional podría tener una nueva rivalidad agresiva que nadie pudo prever.
Luego de que los 49ers le quitaron lo invicto a los Lions con un pase de anotación de Alex Smith faltando 1:51 por jugar, ambos entrenadores le agregaron su propia polémica.
«Es totalmente mi culpa», dijo Harbaugh. «Apreté muy fuerte su mano».
El portavoz de la NFL Greg Aiello dijo que el incidente será revisado.
Harbaugh, entrenador de primer año en la NFL que jugó en la Universidad de Michigan, tuvo que ser separado de Schwartz más de una vez luego de que él corrió para confrontarlo mientras que los dos equipos salían de la cancha.
«Yo fui para felicitar al entrenador Harbaugh y me empujaron para que no me acercara», expresó Schwartz. «No esperé una obscenidad en ese momento. Obviamente, cuando ganas un partido como este estás emocionado, pero hay un protocolo en la liga».
Los jugadores de los 49ers (5-1) y de los Lions (5-1) se juntaron y parecieron restaurar el orden, quizá porque estaban cansados después de un partido con mucho contacto físico y muchos castigos.
«Irónicamente, estaba haciendo de pacificador», dijo el defensivo de Detroit Kyle Vanden Bosch. «Pero este es un deporte emocional».
David Akers le dio a San Francisco una ventaja de seis puntos con 1:02 en el reloj con un gol de campo de 37 yardas.
Detroit tuvo la oportunidad de ligar una serie ofensiva para el gol de campo del empate o irse arriba con un touchdown, pero no pudo conseguir un primero y 10 frente a una férrea defensiva que confundió y golpeó al quarterback Matthew Stafford desde el principio del partido.
La última serie inició con la quinta captura de San Francisco al quarterback de Detroit y terminó con un pase y luego laterales –a 69 yardas de la anotación– que desató la exuberante celebración de Harbaugh.
En otros resultados, Green Bay venció 24-3 a San Luis; Pittsburgh 17-13 a Jacksonville; Filadelfia 20-13 a Washington; Atlanta 31-17 a Carolina; Cincinnati 27-17 a Indianápolis; Giants de Nueva York 27-24 a Buffalo; Oakland 24-17 a Cleveland; Baltimore 29-14 a Houston; Tampa Bay 26-20 a Nueva Orleáns y los Bears de Chicago vencieron 39-10 a los Vikings de Minnesota.
Hoy se enfrentan los Dolphins de Miami contra los Jets de Nueva York.
Hester lidera
Devin Hester estableció el tono ayer con un touchdown tras una atrapada de 48 yardas y anotó con un regreso de patada de 98 yardas, el mejor registro de su carrera, antes de abandonar el partido por una lesión en el pecho, y los Bears de Chicago aplastaron 39-10 a los Vikings de Minnesota.
Jay Cutler lanzó para 267 yardas y dos touchdowns sin intercepción. Julius Peppers tuvo dos capturas de quarterback y los Bears limitaron a la estrella de los Vikings Adrian Peterson a 39 yardas.
Pero la lesión de Hester aguó la fiesta en una noche en que ellos necesitaban una victoria.
Ese pase de touchdown de 48 yardas de Cutler en la primera posesión de Chicago impulsó rápidamente a los Bears, que tenían una ventaja de 26-3 en el medio tiempo.