Mario Alfredo Ubico Calderón
Universidad de San Carlos de Guatemala
El siguiente resumen está extraído de un trabajo mayor de este servidor titulado «Algunas Imágenes de Jesús Nazareno en el Reino de Guatemala» próximo a ser impreso por el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala; entre esas imágenes se encuentra la del Nazareno de la cabecera departamental de Jalapa.
El Reino de Guatemala nombre con el que fue conocido un amplio territorio que abarcó el actual Estado de Chiapas en México, Guatemala, Belice, y todos los países de Centro América comprendió muchos poblados que a lo largo de los siglos XVI, XVII, XVIII y principios del XIX tuvieron sus particulares desenvolvimientos condicionados por muchos factores entre ellos su situación geográfica, la riqueza de recursos naturales y la consiguiente explotación de esos recursos, la cercanía a importantes vías de comunicación: terrestre, fluvial, lacustre o marítima, entre otros; lo cual hizo posible que algunos poblados florecieran más que otros, sin embargo, en lo concerniente a su vida espiritual fue común denominador que en todos esos poblados existiera una población indígena devota que en muchos casos fusionó las creencias cristianas con antiguas prácticas prehispánicas; esta particular situación fue una preocupación constante de los religiosos que tuvieron a su cargo la orientación espiritual de estos nativos, las cuales recibían instrucción religiosa principalmente en el templo aunque fuera de modestas dimensiones y sencillos materiales.
Con el pasar del tiempo y consolidarse las instituciones coloniales el uso de templos formales fue una constante, en la mayoría de esos pueblos la única construcción formal que hubo durante mucho tiempo fue el templo.
El interior de los templos de pueblos remotos fue al principio muy sencillo y con pocas imágenes sin embargo poco a poco esos templos y sus interiores cambiaron con la proliferación de muebles y retablos dorados, los cuales dieron gran esplendor a dichos recintos, en ese contexto fueron colocadas muchas imágenes de gran belleza, sin duda medios adecuados para la catequesis; uno de tantos pueblos fue el de Jalapa, integrante del Corregimiento de Chiquimula de la Sierra, mismo que en esta ocasión es objeto de consideración.
Santa María Jalapa se encuentra situado en pleno territorio pokomán y surgió en el siglo XVI, Sin embargo, poco se conoce de su derrotero histórico, destaca sin duda su templo parroquial mismo que hoy día luce renovado y con una secuencia constructiva que se remonta muy atrás en el tiempo; en el interior de este importante edificio existieron muchas y bellas imágenes, entre ellas es posible mencionar una imagen de Jesús Nazareno cuya primera noticia de su existencia data del año 1721. En efecto, el cura párroco de Jalapa don Joseph Manuel de Contreras y Castro dio cuenta a la Superioridad Eclesiástica en el contexto de una oposición por un medio curato de Catedral que había servido durante varios años el curato de Jalapa y que en ese lugar había efectuado diversas obras entre ellas: retablos, vestiduras de imágenes; destacando que había mandado hacer una vestidura y cíngulo para este Nazareno, el cual lo menciona como «Jesús Nazareno, bellísima estatua a quién hice túnica de lana con su cordón muy curioso de hilo de plata todo…», lo cual indica que cuando este diligente religioso llegó al curato la imagen del Nazareno ya estaba en ella, lo cual remontaría esta pieza escultórica a principios del siglo XVIII; aunque no es conocido de momento el nombre del escultor, sin duda alguna es una obra de gran realismo y estilísticamente vinculada a otras obras igualmente importantes como el Nazareno conocido como «Justo Juez» de Catedral y el Nazareno del templo de Capuchinas, ambas esculturas localizadas en la Ciudad de Guatemala; estas tres imágenes guardan similitudes, son piezas escultóricas de aproximadamente vara y media de altura, bellamente talladas y encarnadas, dichas obras de arte ofrecen una faceta poco explorada en la historia del arte escultórico guatemalteco.
En 1736 el Nazareno de Jalapa es mencionado como imagen de una cofradía de gente parda, para ese entonces era intencionada la construcción del templo de N. S. del Carmen para que funcionara como Calvario y colocar allí dicha escultura. Para el último cuarto del siglo XVIII es mencionada la cofradía como de ladinos y con no despreciable caudal, principalmente en ganado vacuno y caballar.
Cuando esta bella escultura es observada se puede concluir que lo dicho por el cura párroco Contreras y Castro no era una exageración sino un juicio muy apegado a la realidad.
Por fortuna para el pueblo de Jalapa y Guatemala como país, ésta importante escultura ha llegado hasta el presente sin casi cambio alguno, con piadosos vecinos que velan por su culto en el contexto de un pueblo muy religioso y apegado a sus tradiciones.