Crisis polí­tica en Ucrania


Rechazo. Cientos de partidarios del gobierno pro ruso protestaron en Kiev contra la decisión del primer ministro Viktor Yushchenko.º

Ucrania estaba sumida hoy en una profunda crisis polí­tica en la cúpula que podrí­a durar varias semanas dado que el primer ministro pro ruso Viktor Yanukovich y sus partidarios se oponen a la disolución del Parlamento decretada por el presidente pro occidental Viktor Yushenko.


Los parlamentarios de la mayorí­a pro rusa se reunieron hoy de mañana en el Parlamento, desafiando el decreto presidencial de disolución.

La única forma de «tratar de reparar el error fatal del presidente era esperar la decisión de la Corte Constitucional» sobre la disolución, declaró el primer ministro ante los diputados.

«Mientras no se haya adoptado una decisión semejante, el Parlamento y el gobierno deben trabajar de la manera habitual», agregó Yanukovich, quien se ha enfrentado varias veces en los últimos meses al jefe del Estado, de orientación pro occidental.

Mientras tanto, el parque que rodea al Parlamento fue ocupado por varios miles de manifestantes opuestos a la disolución que llegaron de todas las regiones de Ucrania.

Si el presidente «no anula su decreto (sobre la disolución), no sólo es inevitable una elección legislativa anticipada, sino también una presidencial anticipada», amenazó Yanukovich, citado por la agencia rusa Interfax, ante sus partidarios.

En el marco de esa prueba de fuerza, los dos jefes del Ejecutivo, Yushenko y Yanukovich, se reunirán el martes a las 11H00 GMT, anunció el presidente del Parlamento, Olexandre Moroz, citado por Interfax.

Durante una reunión de emergencia de su gabinete la noche del lunes, Yanukovich pidió a su rival que diese marcha atrás y se sentara a la mesa de negociaciones. «El presidente tiene una posibilidad de tomar medidas destinadas a no permitir una desestabilización de Ucrania», afirmó Yanukovich.

La situación provocó preocupación en el extranjero. Estados Unidos lanzó un llamado a la calma a los dirigentes polí­ticos ucranios, mientras que Rusia manifestaba su «inquietud» y pedí­a «un compromiso» entre pro rusos y pro occidentales.

En ese contexto, Yushenko se reunirá el martes a primeras horas de la tarde con los embajadores del Grupo de los Ocho paí­ses más industrializados (G8) y con el de la Comisión Europea.

Cerca del Parlamento, los manifestantes pro rusos, muchos de los cuales pasaron la noche en una aldea de carpas, agitaban la bandera azul del Partido de las Regiones, la organización pro rusa del jefe del gobierno, y las banderas del Partido Socialista.

Su aldea de tela está inspirada en una acción bien conocida por sus adversarios, los «naranja», que en 2004 llevaron al poder al presidente Viktor Yushenko después de una revolución pací­fica llamada Revolución Naranja.

Los manifestantes tienen intenciones de rotar cada dos o tres dí­as, según Volodymyr Popov, uno de los organizadores de esta protesta, poniendo en evidencia que el Partido de las Regiones se prepara para un prolongado enfrentamiento.

El lunes al anochecer, unos 200 ucranianos del sector «naranja» habí­an celebrado la disolución. Reunidos en la plaza central, la Maidan, sitio privilegiado de la Revolución Naranja, recibieron alegremente a la opositora Yulia Timochenko, que llegó para agradecer al presidente su «valiente decisión».

Lo que puede pasar

La crisis que afecta actualmente a Ucrania puede tener diversos desenlaces: nuevas elecciones legislativas en mayo, anulación del decreto presidencial de disolución del Parlamento o destitución del presidente y un caos polí­tico.

ELECCIONES LEGISLATIVAS ANTICIPADAS: fueron fijadas el 27 de mayo por el decreto de disolución del presidente ucraniano, Viktor Yushenko. Se trata de unos comicios de resultado incierto para este pro occidental cuya popularidad ha caí­do considerablemente, según las últimas encuestas.

ANULACION DEL DECRETO PRESIDENCIAL: los pro rusos, mayoritarios en el Parlamento, afirman que acudieron a la Corte Constitucional, que se pronunciará en un plazo de un mes sobre si dicha disolución es constitucional o no. Si la Corte falla que dicho decreto es anticonstitucional, el Parlamento reanudará sus funciones después de esa decisión.

Mientras no haya una decisión de la Corte Constitucional, «el Parlamento es considerado disuelto» y no puede reunirse, afirmó Yuri Zabiaka, vicepresidente del despacho de abogados Gramatski y asociados, especializado en derecho electoral.

El primer ministro pro ruso Viktor Yanukovich estima por el contrario que el Parlamento debe continuar sus sesiones mientras espera la decisión de la Corte, a pesar de la disolución decretada por el presidente.

DESTITUCION DEL PRESIDENTE: puede ser lanzada por la mayorí­a simple (226 votos), con la que cuentan los pro rusos, que acusan al presidente de «usurpación del poder». Sin embargo, no tienen suficientes votos para llevar a cabo ese procedimiento.

Si se lanza el procedimiento, el Parlamento debe formar una comisión investigadora, según los términos de la Constitución. Si dicha comisión encuentra «fundamentos» de un «crimen» cometido por el presidente, el parlamento debe por la mayorí­a de los dos tercios «acusar al presidente». Luego, la destitución es votada por las tres cuartas partes de los diputados (son 450 en total).

CAOS POLITICO: la prueba de fuerza entre Yushenko y Yanukovich puede durar, lo que implicarí­a un poder dividido entre los dos, con manifestaciones y una movilización de la opinión pública de los dos lados, e incluso la división del paí­s entre el este de lengua rusa y el oeste nacionalista y pro occidental.

En el peor de los casos, puede registrarse un enfrentamiento armado entre el sector del presidente Yushenko, que controla al ejército, y los partidarios de Yanukovich, que controla a la policí­a, una hipótesis rechazada enérgicamente por el jefe del Estado.