Ya hemos visto el sacrificio de Hidalgo, Matamoros, Morelos y de tantos caudillos y soldados, así como personas del pueblo que ofrendaron sus vidas por la causa de la libertad. El año 1816 parecía que sería de mucha tranquilidad para los realistas, sin embargo, nuevos caudillos surgieron, veamos:
Los ejércitos independentistas casi siempre carecían de armas y pertrechos, lograban sí apoderarse de armas como trofeos de guerra. Otro aspecto de la lucha fue el proyecto de buscar la ayuda de los Estados Unidos de América.
Las relaciones entre los dos países pasaron por altibajos, hasta que finalmente Estados Unidos ocupó militarmente a México y enormes territorios pasaron a ser propiedad del país del Norte.
En el año citado los caudillos más notables eran: Guerrero, Victoria, Bravo y Terán.
En la obra mencionada en la presente investigación, dice: «Los desastres, los indultos y también las traiciones de algunos dejaron a los Rayones aislados en su posición de forticada la Cóporo, y nunca como entonces dieron tantas pruebas de patriótica entereza esos impávidos defensores de la independencia».
En este año don Agustín de Iturbide fue conocido como un corrupto comerciante, explotando a otros comerciantes, obligándolos a comprar a precios elevados aprovechándose de su cargo militar.
Se destacó entre los numerosos jefes militares que lucharon por la libertad, ya fuese con ejércitos regulares o como jefes de guerrillas, un español llamado Francisco Javier Mina, sus campañas militares duraron siete meses. En España dirigió guerrillas de su tierra natal, -Navarra-, para luchar en contra de Napoleón Bonaparte.