Atacante suicida que mató a cien, habí­a dado entrevista


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El atacante suicida que mató a más de 100 personas, incluso estudiantes en busca de becas, cerca del Ministerio de Educación habí­a abandonado los estudios para proclamar que los jóvenes debí­an olvidarse de la educación secular para librar la guerra santa.

Por ABDI GULED MOGADISCIO / Agencia AP

Bashar Abdulahi Nur, quien detonó una poderosa bomba el martes pasado que dejó un tendal de cadáveres calcinados en medio del polvo que cubrió la capital en un radio de 800 metros (media milla), habí­a concedido una entrevista antes de su inmolación.

«Ahora los que viven en el exterior van a la universidad y dejan de pensar en el más allá. Nunca piensan en los musulmanes hostigados», dijo en la entrevista difundida ayer en una radio de milicianos. «Se levantan por la mañana, van a clases, estudian y aceptan lo que los infieles les dicen, mientras los infieles masacran musulmanes».

Las Naciones Unidas informaron hoy que más de 100 personas murieron en la explosión en Mogadiscio. El ataque segó la vida de algunos de los jóvenes más brillantes de Somalia, incluso estudiantes congregados frente a un tablero de anuncios para enterarse de los resultados de becas ofrecidas por el gobierno turco.

El ataque ocurrió cerca de un edificio donde funcionan varios ministerios del gobierno y no estaba en claro cuál era su blanco especí­fico. Pero no es la primera vez que los milicianos asociados con Al-Qaeda matan estudiantes. En el 2009, el grupo al-Shabab atacó una ceremonia de graduación y mató a médicos y estudiantes de medicina.

«Estos ataques, dirigidos contra algunos de los muy pocos estudiantes de nivel universitario en la nación, como también contra los empleados públicos dedicados que trabajan para afianzar las instituciones públicas y servicios sociales en circunstancias extremadamente difí­ciles, es un golpe directo al futuro de la nación», afirmó Shamsul Bari, experto independiente de derechos humanos de la ONU en Somalia.

El grupo insurgente amenazó lanzar más ataques «uno tras otro» que «aumentarán dí­a tras dí­a». La mayorí­a de los combatientes del grupo salieron de la capital en agosto después de una ofensiva de las fuerzas de la Unión Africana.