La terquedad puede conducir a una sordera funcional debido a que paraliza los procesos reflexivos del pensamiento. Lo que puede conducir al deterioro de una conducta asertiva y a grandes discrepancias de la manera de pensar entre el terco y el mundo que le rodea.
Las personas necias no logran entablar una comunicación adecuada con las personas a su alrededor. El pensamiento necio es repetitivo y llega a ser concluyente de una única verdad.
No quiero decir que todos tengamos que pensar de igual manera, o que por regla general quien piensa distinto esté equivocado, sino que, aunque se tenga o se crea tener la razón es posible y aún deseable, ser permeable a oír y analizar otros puntos de vista que nos permitan tener una visión más comprensiva de las cosas o de las situaciones.
Existen frases y dichos que nos conducen a analizar acerca de la terquedad y la necedad, por ejemplo: más necio que una mula. Esto significa que la persona necia se encuentra discapacitada de ejercer un pensamiento racional. Y entre otras: “Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola†–Voltaire– “la necedad es la madre de todos los males†–Cicerón.
La terquedad o necedad nos hace incurrir de manera más frecuente en errores, discurrir en discursos fatuos o carentes de fundamento. Es como si tuviésemos una limitante de aprendizaje en la vida que nos impele a mantener de manera frecuente con nuestros mismos tropiezos.
La terquedad, por ejemplo, es una característica observable con frecuencia en los desórdenes alimenticios. El pensamiento de las personas que lo poseen es rígido, inflexible, persistente. Por ejemplo, no hay forma de hacer convencer a una persona con anorexia, que la tiene. Aunque su peso demuestre desnutrición, su pensamiento es terco y no logra hallar entendimiento alguno acerca de su situación. Aunque la realidad demuestre de manera objetiva que se encuentra cumpliendo los requerimientos para realizar este diagnóstico. De ahí que algunas veces se ha considerado la posibilidad de que se trate de una idea delirante (pensamiento psicótico o fuera de la realidad).
Por otro lado la necedad y la terquedad pueden confundirse con el término de perseverancia. La que ha sido definida como alcanzar lo propuesto y buscar soluciones a lo que pueda surgir. Pero a diferencia de la necedad y la terquedad la perseverancia requiere sentido común, una voluntad férrea acompañada de un pensamiento reflexivo y realista.
Y para este término cito las siguientes frases: “Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir†–T. Roosevelt– “nos gusta llamar testarudez a la perseverancia ajena, pero le reservamos el nombre de perseverancia a nuestra testarudez –Jean Baptiste Alphonse Karr– “Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos†-Thomas Carlyle.