Terquedad Vs. Perseverancia


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La terquedad puede conducir a una sordera funcional debido a que paraliza los procesos reflexivos del pensamiento. Lo que puede conducir al deterioro de una conducta asertiva y a grandes discrepancias de la manera de pensar entre el terco y el mundo que le rodea.

Dra. Ana Cristina Morales M.

 


Las personas necias no logran entablar una comunicación adecuada con las personas a su alrededor. El pensamiento necio es repetitivo y llega a ser concluyente de una única verdad.

No quiero decir que todos tengamos que pensar de igual manera, o que por regla general quien piensa distinto esté equivocado, sino que, aunque se tenga o se crea tener la razón es posible y aún deseable, ser permeable a oí­r y analizar otros puntos de vista que nos permitan tener una visión más comprensiva de las cosas o de las situaciones.

Existen frases y dichos que nos conducen a analizar acerca de la terquedad y la necedad, por ejemplo: más necio que una mula.  Esto significa que la persona necia se encuentra discapacitada de ejercer un pensamiento racional. Y entre otras: “Decimos una necedad y a fuerza de repetirla acabamos creyéndola” –Voltaire– “la necedad es la madre de todos los males” –Cicerón.

La terquedad o necedad nos hace incurrir de manera más frecuente en errores, discurrir en discursos fatuos o carentes de fundamento. Es como si tuviésemos una limitante de aprendizaje en la vida que nos impele a mantener de manera frecuente con nuestros mismos tropiezos.

La terquedad,  por ejemplo, es una caracterí­stica observable con frecuencia en los desórdenes alimenticios. El pensamiento de las personas que lo poseen es rí­gido, inflexible, persistente. Por ejemplo, no hay forma de hacer convencer a una persona con anorexia, que la tiene.  Aunque su peso demuestre desnutrición, su pensamiento es terco y no logra hallar entendimiento alguno acerca de su situación. Aunque la realidad  demuestre de manera objetiva que se encuentra cumpliendo los requerimientos para realizar este diagnóstico.  De ahí­ que algunas veces se ha considerado la posibilidad de que se trate de una idea delirante  (pensamiento psicótico o fuera de la realidad).

Por otro lado la necedad y la terquedad pueden confundirse con el término de perseverancia. La que ha sido definida como alcanzar lo propuesto y buscar soluciones a lo que pueda surgir. Pero a diferencia de la necedad y la terquedad la perseverancia requiere sentido común, una voluntad férrea acompañada de un pensamiento reflexivo y realista. 

Y para este término cito las siguientes frases: “Es duro caer, pero es peor no haber intentado nunca subir” –T. Roosevelt– “nos gusta llamar testarudez a la perseverancia ajena, pero le reservamos el nombre de perseverancia a nuestra testarudez –Jean Baptiste Alphonse Karr– “Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo recoger sus frutos” -Thomas Carlyle.