Irán afirmó hoy que los 15 marinos británicos capturados en el Golfo «reconocieron» haber entrado ilegalmente en sus aguas territoriales, después de la difusión de nuevas imágenes de los cautivos considerada «inaceptable» por Gran Bretaña.
«Todos los marinos que fueron arrestados por Irán reconocieron haber entrado ilegalmente en las aguas territoriales iraníes», declaró el presentador del canal de información IRINN en un boletín en árabe, sin dar detalles sobre esas presuntas confesiones.
Después de dos «testimonios» sucesivos difundidos la semana pasada, la televisión iraní volvió a mostrar el domingo al anochecer imágenes de otros dos marinos capturados el 23 de marzo, filmados ante un mapa de la región del Golfo, quienes reconocen su «intrusión» en las aguas territoriales de Irán.
La difusión de esta tercera secuencia fue calificada de «inaceptable» por el Foreign Office (cancillería británica).
«Aparentemente nosotros fuimos capturados en ese lugar, según su mapa y las listas de GPS que nos mostraron, que se encuentra dentro de las aguas territoriales iraníes», reconoció uno de los marinos, el capitán Chris Air.
Luego su compañero, el teniente Félix Carman, apareció ante las cámaras.
«Yo quisiera decir al pueblo iraní que puedo comprender por qué está tan encolerizado contra nuestra intrusión en sus aguas», dijo, según la secuencia difundida en el canal británico Sky News, ya que el sonido fue tapado por la televisión iraní.
A pesar de este nuevo episodio mediático y del enfrentamiento verbal que continúa entre Gran Bretaña e Irán, los dos países afirman que mantienen contactos directos para tratar de encontrar una salida a la crisis.
El ministro de Defensa británico, Des Browne, anunció el domingo que Gran Bretaña llevaba a cabo «discusiones bilaterales directas» con Irán para obtener la liberación de sus marinos.
Esos contactos fueron confirmados por un responsable iraní en Teherán.
Los contactos «jamás fueron interrumpidos, por lo tanto no hay necesidad de reanudarlos», dijo por su parte a la AFP un funcionario iraní que solicitó el anonimato.
Sin embargo, esta fuente afirmó que la única mujer del grupo, Faye Turney, finalmente no había sido liberada, como había anunciado Irán la semana pasada, debido a las declaraciones de determinados ministros británicos, consideradas hostiles.
La difusión la semana pasada por la televisión iraní de tres cartas atribuidas a esta mujer, de 26 años, así como las primeras imágenes de Faye Turner y de uno de sus compañeros, fue considerada escandalosa por Gran Bretaña y agravó la crisis.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, denunció en repetidas oportunidades desde la captura de los marinos «la arrogancia» de Gran Bretaña y exigió «excusas» de su gobierno.
Este, que congeló sus relaciones bilaterales con Irán, recibió el respaldo de la Unión Europea y de Estados Unidos, quienes exigieron la liberación inmediata de los marinos, calificados de «rehenes» por el presidente norteamericano George Bush.
Los marinos británicos habían sido capturados en la desembocadura del río Chatt al Arab, que separa a Irán e Irak, por los Guardianes de la Revolución iraníes.
Irán sostiene que ellos se encontraban en sus aguas territoriales. Gran Bretaña, en cambio, asegura que efectuaban una misión de rutina en aguas iraquíes.
El domingo, la crisis se vio marcada por primera vez por un episodio violento ante la embajada británica en Teherán, donde unos 200 estudiantes islamistas manifestaron, lanzando piedras y petardos, gritando: «muerte a Gran Bretaña, muerte a Estados Unidos, muerte a Israel».
El Pentágono decidió mantener a los 30.000 soldados estadounidenses enviados como refuerzos a Irak al menos hasta fines de agosto, dijo hoy un portavoz del departamento de Defensa.
El Pentágono ha decidido desplegar 7.000 soldados para reemplazar unidades que salen de Irak, una maniobra que permitirá a los refuerzos permanecer en este país al menos hasta fines de agosto, informó Bryan Whitman.
El presidente estadounidense George W. Bush anunció el incremento de tropas en enero, como parte de una nueva estrategia de seguridad para controlar la violencia sectaria en Bagdad y en la convulsionada provincia Al Anbar.