Ciento cuarenta jóvenes guatemaltecos son becarios en Taiwán, con especializaciones en Negocios, Ingeniería, Medicina y Arte; la mayoría se ha instalado un año antes de empezar sus estudios, debido a que deben aprender el idioma oficial, según el embajador guatemalteco en ese país, Iván Espinoza.
mcastanon@lahora.com.gt
Según el funcionario, quien radica desde hace tres años en ese país, aunque existe apoyo de Taiwán en diferentes áreas para el desarrollo, una de las más importantes es la que se ofrece a los jóvenes guatemaltecos que buscan una oportunidad de superación académica.
“La mayor asistencia que estamos obteniendo de Taiwán es de capacitación. Por ejemplo, tenemos cursos de desarrollo nacional; el número de becados guatemaltecos supera la cantidad de 140 estudiantes a nivel de Doctorado de Maestría, de Licenciatura, y de quienes vienen por un año a aprender mandarín, que es una forma de relacionarse y aprender lo que pasaâ€, dijo el diplomático
Daniel Herrera, es uno de los beneficiarios de la cooperación taiwanesa, pues con apenas 30 años logró ubicarse en una importante firma de negocios, la cual le permitirá concluir un Doctorado en Derecho Mercantil.
El joven es egresado de la Universidad Mariano Gálvez como Abogado en Bienes Raíces, y admite que por casualidad se involucró –hace algunos años– en un seminario-taller de un mes en Taiwán, el cual cambió su vida completamente.
“En esa época el Gobierno de Taiwán estaba organizando un seminario-taller sobre Evaluación y política territorial en materia de bienes inmuebles. Esa es mi área. Yo soy abogado de bienes raíces, el Ministerio (de Finanzas) necesitaba enviar un abogado que conociera de bienes raíces y que hablara inglés; en ese tiempo el abogado que más llenaba el perfil era yo, entonces el Ministro de ese entonces me envió a estudiar a Taiwánâ€, destacó el entrevistado.
De acuerdo con Herrera, un año más conservó su trabajo en Guatemala después del viaje, pero le surgió el deseo de estudiar una maestría, porque según él sería la puerta para entrar al mundo de los negocios; antes necesitaba aprender el idioma.
“Estudié mandarín por un año en la Iglesia Católica FuJen, y mi maestría en NCCU, una de las escuelas de negocios más importantes en Taiwán, porque tiene las conexiones más fuertes con la industriaâ€, indicó.
A decir del joven, el idioma no fue una barrera, puesto que aunque conlleva ciertas dificultades, considera que cualquier persona es capaz de aprenderlo toda vez le guste.
“Si te gusta puedes aprender lo necesario para manejarte en tu vida diaria, pero es muy importante aprenderlo porque es lo que te diferencia de los demás; el taiwanés va a buscar a un norteamericano para manejar sus negocios, pero si eres centroamericano y puedes hablar inglés, español y chino, es un factor muy importante acáâ€, dice.
EMPLEO
Daniel recién concluyó su Maestría en Negocios y gracias a su habilidad y esfuerzo por aprender más idiomas, logró ubicarse en una importante firma de negocios en Taiwán; su prueba fue básicamente sostener una conversación con quien hoy es su jefe, un norteamericano de ascendencia china, quien lo contrató a tiempo parcial.
“Tuve curiosidad y le pregunté (en una conferencia cuando estaba estudiando) si podía hacer una especie de práctica supervisada en la empresa. í‰l me entrevistó. Hablamos en mandarín y ese fue básicamente mi examen. Así empecé lo que ahora estamos formalizando, voy a quedarme trabajando con la firma a tiempo parcial para poder estudiar mi doctorado en Derecho Mercantilâ€, refirió.
Otros guatemaltecos como el entrevistado buscan especializarse en otras áreas, como la Medicina: aunque no fue posible contactarla, se habla de una jovencita que busca prepararse para realizar implantes biológicos.
“QUIERO TRANSMITIR DESARROLLOâ€
Daniel, el profesional de Derecho, destacó su deseo por volver a Guatemala con el fin de transmitir desarrollo. El jovencito considera que actualmente el país atraviesa por momentos difíciles y necesita gente preparada para cambiar la historia.
“En algún momento pensé que podía ayudar a Guatemala desde afuera, pero viendo lo que sucede, me doy cuenta que mi país necesita desarrollo (en todos sentidos), por eso mi meta es llevarme lo que aprendí acá, básicamente mi sueño es abrir una consultoría y ser una especie de puente idiomático e implementar una estrategia de negocios de Latinoamérica a Asiaâ€, concluyó.