“…una educación que no necesita una reforma sino un cambio radical de concepto, que privilegie el desarrollo de la investigación y el pensamiento crítico…â€
Arturo Monterroso.
La semana pasada hablé de que la obtención de la buena información es la base del cambio. Presenté seis preguntas con sus incisos, de los cuales tenemos que sacar la información correspondiente, antes de sentarnos a dialogar como dice Sócrates, que así aprendemos. Esa información nos ayudará a visualizar el futuro y qué queremos para preparar a los niños y jóvenes para su futuro. Hoy presento lo siguiente.
El futuro será una combinación de lo desconocido en oportunidad y cambio. Es por eso que la cita arriba, es tan importante cuando Monterroso habla de un cambio radical de concepto (transformación) y el desarrollo de la investigación y el pensamiento crítico. Todos los expertos incluyen el aspecto del pensamiento crítico dentro de su criterio para preparar a los alumnos. El criterio de investigación lo tomo en dos aspectos, el primero, son acciones continuas de descubrir lo mejor en cuanto a la educación concierne en tiempo y espacio. El segundo son indicadores de las habilidades que los alumnos tienen que adquirir en este campo y practicarlas constantemente dentro y fuera del aula. Esa explicación del término, representa la necesidad de incluir una serie de formas y métodos de educar que permitan a los alumnos usarlos en todo lo que hacen en el proceso educativo. Es una visión diferente de lo que hacemos hoy día.
Cuando se aborda el tema de transformación o reforma de la educación, generalmente se habla de todo sobre querer lograr excelencia exponiendo los elementos de una reforma, no de una transformación, pero resulta que son ajenos a tomar en cuenta en primera instancia, al ser humano-alumnos-completos en su complejidad. Una transformación es realmente poner al alumno como centro del proceso educativo. En las edades de 0 a 18 años, hay que trabajar escalonadamente lo básico; la especialización viene después. Lo básico es para siempre, son elementos que van a usar por el resto de su vida, es cuestión de usarlos repetidamente para arraigarlos y poder usarlos en cualquier situación para resolver problemas que se presentan con variantes múltiples. El ser humano integral, necesita ser formado en tres aspectos: A. Formación Académica. B. Formación Práctica y C. Formación Personal. Esas tres formaciones deben ser interrelacionadas, integradas entre ellas y a otros aspectos de la vida del alumno. ¿Cómo las visualizamos en una transformación del sistema educativo?
La Reforma Educativa se limita a acciones que crean una nueva estructura para poner en práctica la visión de la transformación. Un ejemplo es que la profesionalización de los maestros es un medio, no una transformación. Los maestros ya no hablan a los alumnos sino con los alumnos. Para ver los logros-aprendizaje-de los alumnos se usa la medición, un examen de aprendizaje; en cambio al usar múltiples formas de evaluar para el aprendizaje, habrá mejor proceso. La reforma es repensar cómo crear una nueva estructura de cómo evaluar el progreso escalonado de cada quien, en lo particular, con una retroalimentación inmediata. Los alumnos tienen que observar, hablar y actuar; la reforma es cuáles son los cambios de estructura para lograr el aprendizaje de esas habilidades y de una lista de docenas de habilidades necesarias para atender el crecimiento de conocimientos en la sociedad, tales como pensamiento crítico, resolución de problemas, creatividad, iniciativa, innovación, comunicación y colaboración. Esas son acciones básicas, entre otras, que tienen que practicarse mucho para aplicarlas durante la vida. Una habilidad importante, no tomada en cuenta y que no forma parte de las planificaciones escolares, es la metacognición (pensar sobre el propio pensamiento y evaluar las acciones). Todo lo mencionado, son medios para una reforma, pero no para una transformación. El currículo es un medio también y tiene que ser reformado para que sea interesante, relevante, pertinente, significante y constante; son elementos cambiantes y por eso el currículo tiene que ser dinámico y no estático.
El hablar de una educación excelente para todos, es un concepto muy vago hasta que se ponen los medios para lograrlo. Esos medios tienen que ser reformados y ser transformados; hay que visualizarla y expresar el ¿cómo queremos que salgan preparados de la educación media y listos a entrar a cualquiera de las opciones pos-secundaria? El uso de la tecnología es un medio no un fin en sí. Tener tecno comunicaciones en todo el país es un medio que debería unir al país y al mundo en una interacción diversificada para el crecimiento integral de los alumnos. Para lograrlo hay que reformar la estructura. En conclusión, hay una gran diferencia entre visualizar la transformación de una institución como el Ministerio de Educación y crear una nueva estructura, una reforma de la logística de cómo poner en práctica los medios que serán utilizados para trabajar hacia el logro de los cambios de la transformación. En resumidas cuentas, ¿qué queremos?