Los guatemaltecos, para bien o para mal, somos muy especiales para hablar y hacer las cosas. Por ejemplo: ¿Quién no ha dicho o escuchado nuestros muy famosos, “juntémonos a tomar un cafecitoâ€, “te doy una llamadita†“nos ponemos de acuerdoâ€, “llégate a mi casaâ€, “Yo te llamoâ€?
Palabras que repetimos constantemente sin que jamás, ni por donde pasó, tengamos la más mínima intención de cumplir. ¿O no? Son más bien muletas de nuestra sociedad escurridiza y temerosa de confrontar y asumir compromisos.
Y casi nunca llamamos las cosas por su nombre. Es más fácil hacernos el quite diciendo “el milagro, pero no el santo†a tener que “agarrar el rábano por las hojasâ€
Pero es ya insoslayable la necesidad urgente de introducir cambios reales y duraderos en el funcionamiento de nuestra democracia si queremos seguir viviendo dentro de ese sistema de gobierno. Para lograrlo hay que “agarrar el toro por los cuernos†y modificar la actual e inoperante, Ley Electoral y de Partidos Políticos. Los cambios que se hagan deben ser en el mejor interés ciudadano.
Ya no más diputados arrastrados. Todos deben elegirse mediante listas abiertas. El voto debe ser nominal para elegir directamente a quienes queremos y sacar a los mañosos que han aprendido a mantenerse en el Congreso viviendo a costillas del pueblo sin que nadie haya votado por ellos.
Si bien hay que reducir el número de diputados lo más importante es exigir a los partidos políticos que los posibles candidatos sean personas capacitadas y de comprobada honestidad. Deben recobrar su calidad de dignatarios de Nación, a la única que le deben LEALTAD.
El financiamiento de las campañas debe regularse estrictamente. “El dinero no puede seguir prevaleciendo sobre la democraciaâ€. Las inversiones multimillonarias sin transparencia no permiten igualdad de acceso para todas las propuestas y abren la puerta para que todo tipo de financistas “compre†influencias y los gobiernos entren más comprometidos con pagarles favores que con servir al pueblo.
Hay que ponerle un alto al abuso de las encuestas, las cuales bien usadas, en el tiempo correcto y realizadas objetiva y científicamente son buenos instrumentos de análisis. Usadas tendenciosamente ensucian el proceso democrático y ofrenden a la ciudadanía. Afortunadamente el guatemalteco demostró ser más inteligente que quienes quisieron engañarlo.
Para evitar repetición de la mala experiencia, las empresas que las realicen deben ser debidamente acreditadas y su publicación debe limitarse a 30 días previos a la elección para evitar efectos perversos.
Muchos dirán, particularmente quienes hacen negocios con ellas, que esto es limitar el derecho de expresión. Es más importante el derecho del ciudadano a ser informado responsablemente.
Aunque soy opuesto al establecimiento de cualquier tipo de cuotas, en este momento histórico y debido a la deficiente legislación vigente que permite que los partidos políticos no sean más que clubs electorales, agencias de empleo o como vemos entre la primera y segunda vuelta, instrumentos para ganar en la mesa de negociación lo que no alcanzaron en las urnas, si deben aplicarse para garantizar la inclusión de la mujer, las etnias y grupos permanentemente marginados.
Los partidos políticos deben fortalecerse tanto en el número de afiliados como en su estructura interna, la cual debe democratizarse efectivamente para salir del caudillismo y crear verdaderas organizaciones que representen efectivamente a los ciudadanos que crean en sus postulados. El número de sus afiliados deberá ser por lo menos el necesario para que al presentar un candidato a la Presidencia no desaparezca por no llegar ni siquiera al porcentaje establecido por la ley electoral para su supervivencia.
Muchos son los cambios necesarios para que podamos vivir mejor. Contar con una ley electoral que garantice el adecuado funcionamiento de la democracia es fundamental. Muchos de los cambios propuestos han estado ya por mucho tiempo engavetados en los más oscuros rincones del hemiciclo. Es hora que recordemos a nuestros servidores, los señores diputados y a los organismos que correspondan, que “mañana†ya llegó. Que esperamos resultados. Que actúen correctamente YA.