La emigración laboral guatemalteca en Estados Unidos y México presenta características de especial significado. En el caso del primero, los migrantes tratan de convertirse en residentes, pero también se encuentran hombres y mujeres que se trasladan y regresan. Con relación a México, la emigración laboral no tiene el propósito de residir en esa nación (salvo la contada excepción estadística).
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Esto se explica por la urgencia de regresar a sus lugares de origen para aportar ayuda económica al hogar, algunos son dueños de pequeñas parcelas que deben cultivar, otros por compromisos religiosos (la migración agrícola es esencialmente maya), y aspectos culturales en general. México ha desarrollado la Forma Migratoria para Trabajador Agrícola, con duración de un año en el estado de Chiapas. En la actualidad incluye Tabasco.
Es importante destacar las redes sociales de la emigración laboral, pues seguirán fortaleciendo a los emigrantes por las perspectivas de trabajo, refuerzo de información, aportar ayuda y experiencias. Las redes sociales de la emigración laboral son sistemas flexibles donde se fortalece la participación social y no son impositivas. Su característica es la horizontalidad y no se ubican jerarquías.
La emigración laboral guatemalteca es un fenómeno complejo, sin embargo, no debe olvidarse que son seres humanos a quienes se les niega la posibilidad de permanecer en su propio país. Nadie puede marginar a un emigrante laboral por ser miembro de una determinada raza, discriminarlo por su sexo, considerar su idioma inferior al del país donde se encuentra, por practicar la religión que considere más conveniente ni segregarlo por su origen nacional o social; de igual manera, ningún gobierno puede censurar sus opiniones ni agredirlo por su posición económica o cualquier otra norma establecida de la Declaración Universal de Derechos Humanos
Una inicial corriente migratoria coloca a Guatemala, igual que México, como una nación de origen: es el surgimiento en 1882 de la producción cafetalera en Chiapas (658.3 kilómetros de frontera con Guatemala) y de otros estados del sureste mexicano. La movilización de fuerza de trabajo campesina, en especial a la Región Soconusco chiapaneca, tiene especiales características (una frontera socialmente abierta) y desde esa fecha, hasta 1993, su volumen se ha incrementado hasta llegar a 87,087 o más, hombres, mujeres y menores de edad documentados y un volumen no cuantificado en forma indocumentada. Esta cifra se refiere a la migración laboral en la producción de café, plátano, caña de azúcar y otros cultivos (cítricos, frutas, etcétera).
El número de trabajadoras y trabajadores agrícolas de Guatemala en Chiapas ha disminuido por aspectos de tipo económico como la baja del precio internacional del café y fenómenos naturales como los huracanes Stan y Mitch. En la actualidad, destaca el traslado de mujeres –en especial solas– para el empaque y producción de diferentes productos.
Las diferentes crisis de la economía guatemalteca y su carácter estructural, explican el motivo que obligan diariamente a miles de guatemaltecos y guatemaltecas a buscar trabajo en Estados Unidos. Su decisión –adoptada con racionalidad pues significa abandonar a la familia, amigos y adaptarse a hechos culturales desconocidos– incluye enfrenar la problemática de un viaje que se realiza en forma indocumentada y superar obstáculos para cubrir la etapa de llegar a la frontera guatemalteca-mexicana.
En el caso específico de Tapachula y el estado de Tabasco, fronterizo con Guatemala, se ubica el flujo de trabajadoras domésticas. Son menores de edad. Su residencia se encuentra en municipios de la frontera, en especial de San Marcos. El número de ellas no se ha cuantificado. Son adolescentes sin documentos. Utilizan como puntos de internamiento El Ceibo y El Naranjo. En esta última localidad solicitan pase local para ingresar a territorio mexicano. Las poblaciones tabasqueñas de destino son Balancán, Tenosique y Lázaro Cárdenas.
De igual forma, es necesario señalar la presencia de adolescentes en la economía informal de Tapachula. Regresan a sus lugares de origen (municipios y aldeas de San Marcos) y vuelven a internarse a México. También debe destacarse el flujo migratorio de trabajadores guatemaltecos en el sector de la construcción. Se dirigen, básicamente, al estado de Quintana Roo, en México, donde las autoridades migratorias plantean su regulación por medio de la Forma Migratoria para Visitante Local (FMVL). Este aspecto se explica porque en Playa del Carmen se ha planificado la elaboración de miles de habitaciones de hotel a corto plazo.
Guatemala es país de tránsito pues mujeres y hombres que proceden de El Salvador, Honduras y Nicaragua, utilizan la forma migratoria CA-4 (lo cual permite estar documentados) para trasladarse por territorio guatemalteco y llegar a la frontera con México. De igual manera, en este flujo migratorio también se ubican a personas de nacionalidades sudamericanas y asiáticas. Su objetivo es utilizar territorio mexicano de manera indocumentada para arribar a Estados Unidos. La acción de autoridades mexicanas, así como la presencia de peligros y problemas como la intervención de delincuentes y maras, la peligrosa utilización del ferrocarril Mayab (llamado el Tren de la Muerte), reducen paulatinamente el número de quienes pretenden llegar a la frontera México- Estados Unidos.