ONU cometió errores, pero debe quedarse


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El nuevo presidente de Haití­ dijo ayer que las fuerzas de paz de la ONU han cometido «errores inaceptables» en su paí­s, pero deben permanecer allí­ para ayudar en la estancada reconstrucción tras el terremoto que azotó a la nación caribeña.

Por JONATHAN M. KATZ NACIONES UNIDAS / Agencia AP

El primer discurso del presidente Michel Martelly ante la Asamblea General de la ONU tendió un puente sobre el sentimiento contra la organización mundial en que basó su campaña en unos comicios celebrados meses después del sismo que azotó a su paí­s en enero de 2010. Martelly ha tenido un enfoque más conciliador hacia las fuerzas extranjeras desde que asumió el cargo.

«Soy consciente del hecho de que se cometieron errores inaceptables que empañaron el prestigio de la misión, pero los árboles no deben ocultar el bosque», dijo Martelly.

Martelly también reconoció que los esfuerzos del paí­s caribeño con 10 millones de habitantes para recuperarse del terrible terremoto se han estancado. El mandatario hizo un llamado por una mejor coordinación de los esfuerzos de ayuda, al tiempo que instó a permitir a los paí­ses afectados, muchas veces muy pobres, asumir un papel protagónico en su propia reconstrucción.

«Hemos sufrido epidemias, hambre, exclusión, pero Haití­ está ahora de pie otra vez, dispuesto a reconstruirse», señaló.

Por momentos el presidente parecí­a dirigirse más a los haitianos que podí­an estar escuchándolo en casa que a la asamblea. Cerca del final de su intervención, el mandatario, que tiene la cabeza rapada, aludió a una frase en creole haitiano que fue su lema de campaña: «Tet Kale», o «cabeza calva». Martelly, un veterano músico que usaba el nombre artí­stico de Sweet Micky, popularizó un tipo de música bailable haitiana conocida como compas.

La presencia de la fuerza de paz de la ONU en Haití­ ha producido sentimientos encontrados durante años. Algunos haitianos la consideran una vital fuerza de seguridad en un paí­s con un policí­a insuficiente y mal pagada, mientras otros la ven como un desagradable ejército de ocupación.

Como candidato, Martelly pidió la salida rápida de las tropas, para ser reemplazadas por un ejército haitiano reconstituido que reemplazarí­a a las fuerzas proscritas por el ex presidente Jean-Bertrand Aristide en la década de 1990.

Pero esta semana Martelly, por el contrario, estuvo de acuerdo con el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon en una propuesta para reducir la misión a los niveles en que estaba antes del terremoto.