Cerca de 30 mil personas se reunieron hoy en la plaza frente la catedral de Erfurt para participar en una misa del papa Benedicto XVI que fue llevada a cabo como estaba programado pese a que los medios de información locales reportaron un tiroteo cerca de un puesto de revisión de seguridad en el centro de la ciudad.
Peregrinos alemanes se reunieron hoy desde antes del amanecer en la plaza adoquinada frente de las agujas de la catedral medieval para hacerse de los mejores lugares para la celebración de la misa al aire libre.
Dirk Sauter, portavoz de la policía de Erfurt, informó que las autoridades están investigando pero no pudo confirmar el reporte, pero insistió en que el tiroteo sucedió a «varios kilómetros» de la plaza de la catedral y no está relacionado con la visita del pontífice.
Los medios locales habían informado que un hombre comenzó a disparar cerca de la misa celebrada por el Papa.
La televisora estatal MDR citó a testigos que asistieron a la misa en la plaza de la catedral de Erfurt y dijeron que el hombre golpeó a un policía antes de ser detenido.
El incidente habría ocurrido antes de que comenzara la misa, la cual se llevó a cabo como estaba programado.
El pontífice se encuentra en una visita estatal de cuatro días a su país natal, en la cual dio un discurso ante el Parlamento alemán y ofreció un servicio religioso junto con líderes de iglesias protestantes en un monasterio en el que Martín Lutero vivió antes de la Reforma Protestante.
Pero el gesto más importante del Papa tal vez sea haber sostenido el viernes una reunión a puerta cerrada con cinco víctimas de abusos sexuales por miembros del clero. Los cinco se encuentran entre los más de 600 que denunciaron en 2010 haber sido objeto de abusos físicos o sexuales a manos de religiosos mientras el escándalo de abusos sexuales que ha plagado a la Iglesia católica en todo el mundo sacudió a Alemania.
El Vaticano dijo que el papa Benedicto XVI manifestó «profunda compasión y pesar» por el sufrimiento de quienes fueron objeto de abusos sexuales por miembros del clero y les aseguró que la Iglesia busca «medidas efectivas para proteger a los niños».
«Agradezco que él (el Papa) le haga frente al problema y que se reúna con estas personas», dijo Klaus Militzer, ciudadano de Erfurt de 68 años, uno de los 30.000 peregrinos en la plaza.
«No puede no hacerlo, es imposible, pero pienso que es bueno que pida perdón y envíe una señal».