Por medio de INTERNET se dio a conocer la cruel matanza de delfines calderones, que a manera de diversión y para alcanzar la «madurez» efectúan jóvenes de la isla Feroe, en Dinamarca, todos los años, matanza que llega a tal grado que el agua se tiñe de rojo, pero no se debe a un efecto climático de la naturaleza.
Impacta, porque los delfines son mansos, amigos de los humanos y se acercan a ellos para interactuar y divertirlos con sus cabriolas y jugarretas, y según se ha expresado, los protegen en el mar si corren riesgo de ser atacados por tiburones a los cuales los alejan. En este caso, su acercamiento a las personas amistosamente encuentran a cambio la muerte en una terrible masacre.
En ese video se expresa que «Se debe a la crueldad con que los seres humanos (ser civilizado) matan a centenares de los famosos e inteligentes delfines calderones».
Las fotografías exponen como son despedazados estos seres acuáticos a tal grado que no puede dejar de causar terror. En ese video también se dice que los delfines «no mueren al instante, son penetrados una y otra vez con filosos ganchos, en esos momentos el delfín produce sonidos tan parecidos a los de un bebé llorando», y se agrega: «pero sufre el delfín, y no hay compasión hasta que este dócil ser se desangra lentamente y sufre por tremendas heridas y hasta batirse y morirse en su propia sangre». Finalmente se expresa en el video: “ahora ya son adultos razonables hechos y derechos, ya han mostrado su madurez». Esto por lo que se ve, es una tradición en la isla Feroe, en Dinamarca, ¡pero que tradición! Aquí al cumplir la mayoría a los jóvenes, hombres y mujeres, se le hace entrega de una cartilla cívica.
Parece que en Dinamarca, y en esa isla no existe una Sociedad Protectora de Animales, porque de ser así al enterarse de tan macabra entretención, a la que acude gran número de curiosos, ya hubieran intervenido para evitarla, incluso, propiciar la emisión de una ley que la prohibiera. Alargándome un poco más, y no solo para este país, la pesca con anzuelo, que se convierte en deporte, también tiene su crueldad, porque el pez muerde y al hacerlo el garfio se le introduce en la boca y se le rasga, el dolor lo soporta hasta que ya afuera se asfixia por la falta de agua.
Es de esperarse que ese SOS por los delfines calderones tenga eco internacional y que pronto se tenga la buena noticia de haber prohibido esa sangrienta práctica en contra de los delfines dinamarquenses.
En los EE.UU. de Norteamérica la protección hacia los animales es estatal y las personas que son halladas y confirmadas de dar mal trato a los animales, sean sus mascotas o de servicio, son castigadas.
Y a propósito, no sé si aún existe aquí la Sociedad Protectora de Animales, sería bueno que se publicitara y que pidiera colaboración a todos los medios de comunicación social, incluso a programas por TV, que los hay muy buenos, para que incluyan dentro de ellos todos los datos de esta Sociedad, para saber a dónde dirigirse en un caso dado.