La nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó el jueves su disposición a sostener un «diálogo constructivo» con la mandataria Cristina Fernández sobre la confiabilidad de los indicadores oficiales argentinos para el producto interno bruto (PIB) y la inflación.
Christine Lagarde dijo que «no ve razón alguna de por qué no podemos tener ese diálogo. La presidenta Cristina Kirchner me ha asegurado que debemos continuar el diálogo y eso espero», al ofrecer una conferencia de prensa previa a la reunión anual que los gobernadores del FMI celebrarán este fin de semana, la primera desde que Lagarde asumió el cargo.
En su reporte sobre pronósticos globales difundido esta semana, el FMI aclaró en una nota de pie de página que ya no se limitará a procesar estadísticas provenientes del gobierno argentino por considerar que el indicador de crecimiento económico es sobreestimado y el de inflación subestimado.
El informe del FMI coloca a Argentina a la cabeza de los pronósticos de crecimiento en la región para este año con 8,0% y 4,6% en 2012 tras alcanzar 9,2% en 2010. El documento muestra también a la nación sudamericana con la segunda inflación más alta del continente (11,5% para 2011 y 11,8% para 2012), superada solamente por el 25,8% de Venezuela.
Lagarde señaló que no está dispuesta a negociar la calidad de los documentos emitidos por el FMI, la cual depende en «la calidad de las estadísticas que recogemos de todo el planeta».
«A veces puede considerarse limitante, puede ser ligeramente apremiante, pero es crucial que dependamos en estadísticas sólidas y consistentes de todo el planeta. De otra manera sería difícil conciliar (cifras) o formular hipótesis», señaló.
Desde que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) fue intervenido en 2007 por el gobierno del entonces presidente Néstor Kirchner hay discrepancias entre los cálculos privados y los oficiales sobre el valor del costo de vida.
El gobierno argumentó que el método de medición utilizado hasta ese momento estaba caduco, pero los críticos denunciaron que la intervención del INDEC tenía un propósito político con vistas a las elecciones que consagraron a la actual presidenta Cristina Fernández.
Cuatro años después y en medio de fuertes reclamos de opositores, la administración de Fernández solicitó al FMI colaboración para la elaboración de un nuevo índice de inflación a nivel nacional. En una reciente visita, el organismo entregó sus recomendaciones.
La inflación figura entre las principales preocupaciones de los argentinos, que el próximo 23 de octubre elegirán presidente. Fernández tiene amplias chances de ser reelegida.