Las fuerzas del gobierno yemení dispararon fuego de mortero contra un barrio céntrico de la capital, Saná, donde se habían reunido decenas de miles de opositores, mataron a tres personas e hirieron por lo menos a 16, informaron funcionarios médicos hoy.
También en Saná, el cuartel de la Primera División Blindada, que se rebeló contra el gobierno, fue objeto de intensos bombardeos de las fuerzas gubernamentales, pero no hubo reportes inmediatos de víctimas, según funcionarios.
Los ataques del miércoles violaron el alto el fuego negociado el martes para poner fin a una serie de combates mortíferos entre las fuerzas gubernamentales y los opositores al régimen. Más de 70 personas han muerto en Saná y en otras partes de Yemen esta semana.
Los funcionarios dijeron que los bombardeos gubernamentales estuvieron dirigidos hacia una parte de la llamada Plaza por el Cambio, donde los manifestantes han acampado desde febrero para exigir la renuncia del presidente Alí Abdalá Salé.
Las fuentes hablaron bajo condición de no ser identificadas porque no estaban autorizadas a hablar con los medios de comunicación.
La Primera División Blindada, quizás el cuerpo militar yemení con mayor experiencia en combate, se amotinó en marzo y se unió a la oposición. Es dirigida por el general de división Ali Mohsen al-Ahmar, alguna vez un aliado de Salé y veterano de guerra.
La selección del cuartel de la división como objetivo de ataque es la indicación más reciente de que la lucha por el control de la capital yemení enfrentará principalmente a la unidad rebelde con la Guardia Republicana de elite, liderada por el hijo de Alí, Ahmed, quien alguna vez fue su heredero.
Ambas partes afirman tener unos 20.000 efectivos dentro de la capital, pero los miembros de la Guardia tienen mejor armamento. Sin embargo, expertos militares han dicho que el enfrentamiento final entre ambos será ganado por el bando que demuestre mejores técnicas de guerra urbana.
Los habitantes de Saná aprovecharon la breve tregua para salir de sus casas el miércoles por la mañana y comprar alimentos y otros artículos de primera necesidad. Muchos corrieron de vuelta a sus casas cuando hubo breve tiroteo con fuego de artillería pesada desde una zona cercana a la residencia del vicepresidente del país.