El Frente: Legado y renuevo del democristianismo



Allan Ariel Martí­nez Mont

Politólogo

El Frente por la Democracia, es una joven organización polí­tica del actual escenario electoral, sin embargo sus postulados ideológicos y máximos dirigentes provienen del partido polí­tico más longevo del paí­s, léase Democracia Cristiana Guatemalteca; institución inspirada en los principios universales de la doctrina social de la Iglesia Católica y del humanismo filosófico.

Si bien es cierto, que la DCG es su primer referente histórico, no debemos olvidar que la organización embrionaria que facilita su constitución como partido polí­tico ante el TSE en agosto de 2006, fue el desaparecido partido Transparencia, institución de una fugaz y volátil existencia dentro del sistema de partidos polí­ticos.

El Frente, se define ideológicamente como una organización humanista, que vela por el bien común como fin supremo de la sociedad, que dignifica integralmente a la persona y que retoma a la familia como génesis de la organización social. Además reconoce el derecho al libre mercado, respeta la diversidad étnico-cultural, impulsa el dialogo y el consenso dentro del Estado de Derecho y promulga por la democracia real y representativa.

El emblema del Frente, retoma los colores tradicionales de la DCG que evidentemente denota su identificación con su pasado polí­tico, que hoy busca reivindicar con matices renovados el rol histórico del socialcristianismo. El texto «El Frente» como se hace llamar, connota un estandarte de unidad de los sectores heterogéneos que lo conforman: mujeres, jóvenes, indí­genas, medianos empresarios y profesionales.

Dentro de los máximos dirigentes del Frente, se encuentra el Lic. Alfonso Cabrera Hidalgo, quien fue uno de los exponentes más protagónicos e incidentes de la DCG, cuando ésta asume el control del poder polí­tico (1986-1990). Cabe destacar que el Lic. Cabrera posee una carrera polí­tica extensa en las filas de la DCG, a quien se vincula a través del Frente Estudiantil Socialcristiano (FESC), junto a otros reconocidos personajes polí­ticos, destacando las figuras como Vinicio Cerezo, Catalina Soberanis, René de León Schlotter y Elmar Rojas.

Su audaz liderazgo y oportunismo polí­tico, le ha permitido hoy en dí­a hacer del Frente, un proyecto polí­tico heterogéneo, integrado por mujeres, jóvenes e indí­genas, que intenta proyectar el carácter plural de movimiento, adoptando un matiz social basándose en el mercadeo polí­tico. Su vivaracha visión y olfato polí­tico, le ha permitido construir una estrategia versátil que lo catapulte como diputado al Congreso de la República, cargo ya antes desempeñado que lo llevó a presidir la Asamblea Nacional Constituyente de 1985, esto indudablemente permitirá la vigencia del Frente como partido polí­tico en sistema guatemalteco.

Empero, también en sus filas figuran, polémicos personajes polí­ticos, tal es el caso de su precandidato presidencial, léase Edgar Gutiérrez, quien es un académico y notable cientista social y uno de los grandes coordinadores del proyecto REMHI. Ahora bien, su paso por el gobierno portillista, ocasionó un fuerte desgaste social y polí­tico ante la ciudadaní­a guatemalteca.

Dada su reciente participación polí­tica y poca aceptación electoral reflejada en las últimas encuestas, es pertinente reconsiderar las estrategias ante la competitiva oferta electoral.

Esto nos hace pensar y prever, que sus esfuerzos deben enfocarse a fortalecer su estructura partidaria y electoral en los niveles departamentales y municipales, es decir, priorizar las candidaturas a diputaciones y corporaciones municipales, ya que éstas primeras garantizarí­an su permanencia y vigencia en el sistema de partidos polí­ticos.